La rutilante aparición de Franco Alejandro Colapinto en la Fórmula Uno, máxima categoría del automovilismo internacional, escribe una nuevo capítulo en la historia grande del deporte argentino.
El joven piloto nacido hace 21 en Pilar, provincia de Buenos Aires, cumplió con el de ayer en Singapur su tercer GP en la F1 y lo hizo con la solvencia y la firmeza mostradas hasta ahora lo que le permitió terminar la carrera, una de las más exigentes del año por las características del circuito, por el horario y por el clima, al margen de que era la primera vez del argentino en ese circuito.
Tan bueno fue y es lo que viene haciendo Colapinto que aunque ayer no logró sumar puntos se valió un gran reconocimiento del jefe de equipo de Williams, James Vowles, quien calificó como “fantástico” su rendimiento. “Hiciste una carrera fantástica. Es una de las más duras que has disputado nunca y estabas ahí, a un segundo de los puntos. Estoy muy emocionado por estas últimas seis carreras juntos. Hay un auto rápido y mucho potencial”, le dijo. Las palabras de Vowles reflejan la confianza del equipo en el argentino y el crecimiento que confirma en estas primeras presentaciones.
Pero además, Colapinto y su capacidad han logrado un fenómeno sensacional en Argentina, donde gran cantidad de gente está pendiente de su actuación en la F1 y las expectativas que sus grandes actuaciones en estos primeros en la elite del automovilismo mundial. Se encienden las pantallas para ver sus pruebas en cada gran premio, sus clasificaciones y sus carreras de los domingos, más allá de los horarios. Desde expertos hasta quienes hasta hace poco les importaba nada la F1 buscan saber de este joven que provoca buenas sensaciones, muchas pasiones y una ganas gigantes que le vaya bien.
Si a algo tendrá que estar atento Colapinto, además de todo ese mundo único que es la Fórmula 1, es a evitar los riesgosos efectos del exitismo, un fenómeno muy argentino que lleva a nuestros y nuestras deportistas a límites indeseados, peligrosos y poco buscados que los eleva tan rápido como los derrumba. “Ni ahora somos los mejores ni antes éramos los peores”, suele ser una frase de casete, muy usada por protagonistas en el mundo del fútbol. Y es así.
Los Pumas, tremendos
El fin de semana hubo otra gran demostración del deporte argentino y la dieron Los Pumas, la selección argentina de rugby, que en Santiago del Estero le ganó al campeón del mundo, Sudáfrica. Con esta victoria, el equipo dirigido por Felipe Contepomi dio otro golpe de escena en el Championship 2024, en el cual antes le ganaron un test a Nueva Zelanda de visitante y golearon a Australia en Santa Fe. Fueron festejos más que trascendentes ante potencias históricas del planeta rugby, todas campeonas del mundo. Ahora Los Pumas cerrarán el torneo de visitantes en busca de hacer más historia.
¿Qué une a este Colapinto que da sus primeros pasos en la F1 con esta selección de rugby que hace poco inicio un nuevo ciclo con Contepomi? El desafío de permanecer ajenos a tanto exitismo para seguir con sus crecimientos, con sus evoluciones y así solidificar bases para el futuro.
