La segunda quincena de enero arrancó con todo para Dogos XV; la franquicia cordobesa tuvo su primer encuentro este lunes en cancha de Jockey CC bajo las órdenes del head coach Nicolás Galatro. Los jugadores, sin Franco Molina que se sumará este martes, y el staff pusieron primera de cara a la segunda edición del Súper Rugby Américas que comenzará el viernes 16 de febrero.
Una mañana de trabajo intenso que comenzó alrededor de las 8 y se extendió por tres horas. Los entrenadores Diego Ghiglione y Stéfano Ambrosio, junto con el entrenador asistente Galo Álvarez Quiñones, a la par de Galatro y el resto del equipo se repartieron tareas en la primera de muchas jornadas de entrenamiento.
“La verdad que muy contento de volver a encontrarme con los chicos, con viejos amigos y nuevos conocidos”, dice con una enorme sonrisa el hooker villamariense Boris Wenger y el gesto acompaña a las palabras. Se trabajó duro en el primer encuentro del equipo, pero el entrenamiento dejó entrever la buena onda y la camaradería que siempre tuvo este grupo.
Y refrendando lo que dice el cordobés, el salteño Leonardo Gea Salim, que va por su segunda temporada en Dogos XV, agrega: “Estoy muy contento, volver acá a Córdoba es muy lindo para mí; reencontrarme con este grupo humano es muy lindo, volver a jugar con ellos y saber para qué estamos, es muy lindo estar acá”.
La plantilla de jugadores cuenta con 29 rentados y 17 invitados (en su mayoría con futuro próximo en Los Pumitas) y el desafío de redoblar la apuesta después de una primera temporada en la que la franquicia alcanzó la final del torneo (perdió con Peñarol en Montevideo).
“La temporada pasada tuvo mucho de positivo para ser la primera temporada de un equipo muy joven. Cómo formamos el grupo a medida que fue el torneo, el grupo humano que se formó y que queda para este año. A nivel del rugby sobra calidad, así que por eso no va a haber problema”, expresa Wenger, quien en 2023 tuvo un gran torneo con Dogos XV.
“En lo personal, tomando las cosas buenas y mejorando las que no fueron tan positiva, queriendo aprender. Aprender a ser mejor como jugador de rugby, como persona. Aprender de mis compañeros, del staff técnico y tomar cada pequeña cosa para ser un gran jugador”, agrega.
El centro de Universitario de Salta coincide con Wenger en la importancia del grupo humano que se formó: “Tanto en lo deportivo como en lo individual, el grupo humano es fundamental; fue fundamental para nosotros y creo que eso se vio reflejado dentro y fuera de la cancha. Para nosotros es muy lindo tener un grupo que se les pueda considerar amigos y eso nos sirvió mucho para desenvolvernos en algún lugar que no estábamos tan bien, para ver que de otra forma también estábamos bien. Poder seguir en este proceso es muy bueno”.
Si bien es pronto hablar de expectativas, las ideas de lo que se busca en la edición 2024 empiezan a trazarse. Un grupo con jugadores que ya sumaron minutos (y muchos) el año pasado y otros que comienzan a transitar el camino. Y, aunque todos son muy jóvenes, el legado está presente. Eso lo tiene claro el villamariense Wenger: “Tratar de enseñarles a ellos (los M20) con la pequeña experiencia que tenemos algunos de nosotros y formar el grupo de a poco. Los objetivos se van dando con el correr de los entrenamientos”.
“A nivel de equipo sabemos que podemos contar con una vara que fue la del año pasado, hay un muy buen nivel de jugadores y espero que el grupo esté preparado para eso, arrancar de ahí para adelante. En lo personal, aprender de las cosas que no salieron tan bien y seguir para adelante”, cierra Gea Salim.
Dogos XV puso primera y el rugby de Córdoba comienza a palpitar la segunda edición del Súper Rugby Américas.
