Toyota es el mayor fabricante de vehículos a nivel mundial. El enorme portfolio de productos y la fiabilidad en cuanto a desempeño reciben el reconocimiento por parte de compradores de todo el mundo.
La marca también tiene un palmarés muy importante en el deporte motor, con múltiples consagraciones en las principales categorías mundiales, como el Campeonato Mundial de Rally (WRC) y el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC).
Sin embargo, el mayor fracaso deportivo lo vivió en la Fórmula 1. El fabricante japonés corrió como equipo oficial entre 2002 y 2009, con un gasto de al menos 4 mil millones de euros, el más grande de la historia. Sin embargo, en 140 carreras disputadas no pudo ganar ningún Gran Premio.
Toyota quería lograr el Campeonato Mundial de Pilotos y el Campeonato Mundial de Constructores. Estuvo lejísimo de eso y gastó una verdadera fortuna. La decepción fue gigantesca.
Para Toyota, Fórmula 1 parece palabra prohibida. Sin embargo, en las últimas horas cobró mucha fuerza un eventual regreso de la marca japonesa a la Máxima.
La relación entre Haas y Toyota
La situación viene de la mano de un posible acuerdo con el equipo Haas. La escudería de origen estadounidense participa en el Gran Circo desde 2016. Viene de temporadas realmente malas. Tras ser quinto en el Mundial de Constructores 2018, lo que siguió estuvo muy lejos de las expectativas: noveno en 2019, noveno en 2020, décimo en 2021, octavo en 2022 y décimo en 2023. Siempre, entre 10 equipos.
A partir de esos malos resultados, los rumores de venta de la escudería estuvieron a la orden del día. Pero para esta campaña el dueño de la escuadra, Gene Haas, decidió despedir al jefe de equipo Guenther Steiner (que se volvió una estrella en la serie Drive for Survive, de Netflix) y Haas vive ahora un reverdecer de la mano de Ayao Komatsu, el nuevo director del equipo. Sumó puntos en seis de las 12 carreras corridas hasta aquí.
Claro que Haas no se quiere dormir en los laureles y busca potenciar sus bondades, sobre todo pensando en el cambio reglamentario que comenzará a regir en 2026. La escudería tiene una fuerte dependencia de Ferrari, quien le brinda motor, caja de cambio y suspensión, entre otros elementos. También la utilización del túnel de viento. Pero los estadounidenses ya trabajan en otras opciones.
Ahí es donde entra el vínculo que podría haber entre Haas y Toyota. En principio, el acuerdo sería para la utilización del túnel de viento que los nipones tienen en su base en Colonia (Alemania), donde se desarrollan los autos del WEC y del WRC de Toyota. Es la sede que los japoneses construyeron para desarrollar sus autos de F1 a principios de este siglo.
Pero hay otras bondades técnicas que podrían también ser parte del eventual acuerdo, como el simulador. No quiere decir que más adelante no pueda haber algo más, pero por ahora se desestima que Toyota vaya a ser un socio comercial, un proveedor de motores y hasta que compre a Haas, como circuló.
Vale recordar que la Fórmula 1 busca potenciarse con la llegada de más fabricantes a la Máxima. Se suma Audi en 2026 y Cadillac ofrecería motores a partir de 2028 o 2029. Quizás la F1 también busque tentar a Toyota para que vaya por su revancha.
