Sorprende. No parece tener 14 años. Ni cuando maneja un bólido de 1.300 kilos a casi 250 kilómetros por hora. Ni por su físico y su altura, de 1,82 metros. Y mucho menos cuando se lo escucha hablar. Marco Dianda es la nueva joyita del automovilismo nacional que este fin de semana hizo historia en las categorías del Turismo Carretera.
Este pibe, con 14 años, 11 meses y 19 días, se transformó en el ganador más joven de una carrera en la historia dentro de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC). Fue en La Plata, en el autódromo Roberto Mouras (cuyo nombre homenajea a un mito del TC), con una Dodge y por la cuarta fecha de la temporada 2023 del TC Pista Mouras.
Marco Dianda es de Guatimozín, una población cordobesa ubicada en el sudeste provincial, a 355 kilómetros de la ciudad de Córdoba y con 2.433 habitantes. No fue un domingo más para él ni para sus coterráneos. El joven piloto fue recibido como un héroe en su pueblo cuando regresó, tras su triunfo con la máquina que le prepara el Galarza Racing. “Apenas llegamos al pueblo, se armó una pequeña caravana, fuimos a la plaza del pueblo y nos sacamos algunas fotos. Al otro día, en la escuela, la pasé muy bien. Me hicieron izar la bandera y, después, me junté con unos amigos en la casa de uno de ellos”, le contó Marco a Mundo D.
Y claramente Guatimozín es su lugar en el mundo. “Soy de ‘Guati’, sigo viviendo acá y por ahora tengo para rato en este pueblo”, destacó.
Las horas pasan y la historia que acaba de escribir se va propalando por distintos medios. “Todavía no termino de caer. Es algo muy loco. Quizás a mi corta edad no me doy cuenta de las cosas que hago, como cuando sos chiquitito y te mandás alguna que otra macana. Y recién al otro día te das cuenta de que fue algo grosso. Estoy muy contento. No hay palabras que digan lo que siento. Estoy chocho”, reconoció.
Qué es el TC Pista Mouras y cómo llegó con 14 años
El Turismo Carretera es la categoría más popular del automovilismo argentino. Su trascendencia es tal que está en el Libro Guinness de Récords como la categoría más antigua del automovilismo mundial que todavía se sigue disputando. En nuestro país hay una cuestión cultural con el TC, pero llegar a ella no es tan sencillo.
Para poder correr en el Turismo Carretera hay que pasar por todas las categorías que la anteceden, dentro de la organización de la ACTC. Es decir, hay que ir ascendiendo de divisional. La primera escala es el TC Pista Mouras, en la que corre Dianda desde esta temporada. Luego, viene el TC Mouras y, posteriormente, el TC Pista. Hay que pasar por todas ellas y “ascender” para subirse al TC.
Claro que para poder correr en el TC Pista Mouras este cordobés debió tramitar un permiso especial de parte de la ACTC.
Antes de correr en esta categoría, Marco se desarrolló como piloto en karting. Comenzó corriendo, primero, en su terruño sobre tierra, en el certamen del sudeste. Luego, en el torneo cordobés de la especialidad, pero sobre asfalto. Su talento le permitió crecer y llegar a correr (con muy buenas actuaciones) 18 carreras en Italia, incluido el prestigioso trofeo Andrea Margutti.
Lo lógico es que un piloto con semejante desempeño busque dar el salto dentro de alguna categoría europea de Fórmula, con el sueño de llegar a la Fórmula 1. Pero Marco optó por otro camino.
“Muchos pilotos con los cuales tengo relación de la época del karting, como son los hermanos Panetta, están intentando hacer ese camino. Que es el que hizo Franco Colapinto (hoy piloto de la academia de Williams, equipo de F1). Pero hay que bancar los trapos porque es muy difícil. Fuera de lo que es el presupuesto, es muy difícil en lo personal. Estar alejado de tu familia siendo chiquito es complicado. Como hizo “Pechito” López en su momento y que también corrió en TC. O “Bebu” Girolami, que hoy está en el WTCR, que son autos hermosos. Hizo un camino muy parecido al que quiero hacer yo, haciendo todas las escalas de la ACTC. En el TC los autos enamoran porque, la verdad, escuchás cómo suenan esos seis cilindros multiválvula y te quedás a que sufran los oídos, pero disfrutás. Es lo que me gusta a mí”, dijo.
Y hay otro detalle: su altura. Sus hoy 1,82 metros (que obviamente se estirará) no son aptos para los kartings. “El prototipo de pilotos que hay en Europa es muy chiquito. Miden 1,60 metros y pesan 55 kilos mojados”, contó.
Su estatura la ha heredado de su papá Jorge: “Mi viejo es grandote-grandote de físico y tengo mis amigos, que son un año más grande, y soy bastante más alto que ellos, je”. ¿Y con esta altura no se le dio por el básquet? “Le hice un favor al básquet porque no me defiendo para nada. En el automovilismo agarré con todo y voy bien, por ahora”.
Pero de su papá no sólo heredó los centímetros. También la pasión por los “fierros”: “Mi viejo corrió rally mucho tiempo y fue campeón en 2010″. Además, está rodeado de una familia muy vinculada con el deporte. Sus hermanas, Constanza y Francina, fueron campeonas en patín artístico, su tío “Roly” Dianda es un destacado exjugador y entrenador de seleccionados de básquet en Santa Fe y otro tío fue el que lo acercó a los kartings sobre tierra, donde empezó.
Claro que el salto a la Dodge desde el karting fue tremendo para Marco. Debió rendir pruebas de suficiencia conductiva y física para poder recibir la autorización de la ACTC. Pero semejante esfuerzo vale la pena. Ya logró su primer triunfo en apenas cuatro carreras en el TC Pista Mouras. Tiene mucha personalidad y también madurez para su edad. Es una esponjita que absorbe todo lo que lo rodea en materia de conducción. Sabe que para cumplir su sueño tiene un largo camino por delante: “Quiero llegar al TC y, cuando estemos ahí arriba, ver lo que pueda salir”.
Pero cuando se baja del auto, sabe que tiene que hacer la misma vida que cualquier chico de 14 años. Está cursando cuarto año del secundario en el Instituto José Manuel Estrada, de Guatimozín: “Todas las ‘profes’ siempre miran las carreras y me acompañan porque entienden de qué se trata. Siempre intento estar al día y estudiar para no quedar atrasado”.
Corre y es gran protagonista en el TC Pista Mouras, pero aún no tiene edad para conducir por la calle. Pero, con apenas 14 años, Marco Dianda se maneja bastante bien en su vida como piloto y en la personal.
