Este miércoles 10 de marzo se cumplen 20 años de la muerte de Jorge Raúl Recalde. Y en Mundo D pintamos su perfil como competidor. fue el claro ejemplo del piloto dúctil, capaz de manejar cualquier vehículo y de cualquier potencia, en muy poco tiempo.
A decir de sus navegantes, era el típico piloto capaz de extraerle el mejor potencial al auto. Y, con muy pocos kilómetros encima, como si hubiera tenido 100 carreras arriba del auto. Lo demostró en el Rally de Argentina 1984 en Córdoba, en el que les ganó el primer tramo a los pilotos oficiales de Audi y se hizo necesario bajarle la potencia del turbo, para que sus rivales no pasaran papelones.
Otro ejemplo: debutó con victoria en el Turismo Carretera en Olavarría, conduciendo un Ford Falcon del equipo de Roberto Del Campo y ganando la prueba del 6 de octubre de 1974, que fue la primera de sus seis victorias, ganando luego, el GP de Montaña, en el circuito de Tandil, en el autódromo de Buenos Aires y en el GP Argentino de 1975. Todos triunfos con Ford Falcon. Legó a correr un Dodge y se retiró ganando con un Chevrolet en Allen en 1978.
A nivel internacional, disputó 69 competencias dentro del Campeonato Mundial de Rally entre 1980, debutó en Portugal con un Ford Escort RS 1800 y logró una victoria, el Rally de Argentina 1988, con Lancia Delta HF y convirtiéndose hasta hoy en el único piloto latinoamericano en ganar una fecha del WRC.
Sumó además dos segundos puestos y tercero en cinco ocasiones, logrando imponerse en 58 tramos de velocidad.
En el Rally Argentino alcanzó 31 victorias que le valieron seis títulos de Campeón Argentino entre 1982 y el 2000. Y además compitió en Mecánica Argentina Fórmula Uno, Sport Prototipos, competencias de Turismo y ganar el Desafío de los Valientes en 1972, entre otros.
De qué murió
A Recalde se lo conocía como el “Cóndor de Traslasierra”. Tuvo su último vuelo, el 10 de marzo de 2001. Aquel sábado era una tórrida jornada de más de 36 grados. Había corrido con un auto al que apenas había conocido a través de probarlo por poco más de un kilómetro. Y sufría por una centralina electrónica que no respondía en el Ford Escort RS Cosworth. Esos disgustos se fueron sumando como piedras en el camino en aquella primera etapa del Noveno Rally de Villa Dolores.
Recalde manifestó sentirse sofocado durante buena parte de la etapa y el desenlace, trágico, llegó a su arribo al Parque de Asistencia.
Llegó, se bajó del auto, se sacó el casco y caminó hacia la escalerilla que le permitiría subir al camión-trailer de Gerardo Klus. Al llegar al tercer escalón, se desplomó de espaldas y vanos fueron los intentos por reanimarlo. Un infarto masivo acabó con su vida y dio origen al mito, por el cual cada 10 de marzo, se conmemora el “Día del Rally Nacional”. Tenía 50 años.
