Franco Colapinto ya es piloto de Alpine en Fórmula 1. Desde hacía tiempo se especulaba con esta posibilidad y finalmente se dio: la escudería francesa arregló condiciones con Williams para liberarlo y sumarlo como piloto reserva. Fue una jornada intensa para el equipo galo que, pocas horas antes, anunciaba la llegada del japonés Ryo Hirakawa. Esa acción descolocó a todos, en función de la expectativa del argentino. Pero, poco después, vino la información que causó un gran impacto en La Máxima.
Colapinto se suma a Alpine como piloto reserva. Es decir, no iniciará la temporada corriendo con los franceses, ya que los titulares confirmados son el galo Pierre Gasly y el australiano Jack Doohan. El argentino se suma para trabajar en el desarrollo de los autos, participar en algunas pruebas libres, sumar muchos kilómetros con autos anteriores en las pruebas permitidas (hasta mil kilómetros) y subirse al simulador para dedicarle largas horas.
No se conocieron los detalles de la salida de Williams de Colapinto. Lo que queda claro es que los franceses tuvieron que abonar alguna cifra importante para que James Vowles se desprendiera de Franco. En algún momento se habló de 20 millones de dólares, cuando había varios interesados en el argentino. Sin embargo, la cifra debe ser menor, aunque seguramente es mucho dinero.
El papel de Flavio Briatore
Flavio Briatore es un hombre con un largo historial en la Fórmula 1. Tiene momentos de todo tipo: desde muy brillantes hasta otros muy oscuros. En 2024, Alpine tuvo un comienzo horrible. Le costó contar con autos fiables y los relacionamientos internos en el equipo eran de terror. Luca De Meo, el CEO del Grupo Renault, evaluó diversas alternativas. Incluso, poner a la venta un equipo que andaba cada año peor.
De Meo apostó por el regreso de Briatore a La Máxima. A sus 74 años, comenzó a usar el bisturí. Cambió a toda la cúpula del equipo e hizo un trabajo muy fino en cuanto a la reorganización. De a poco, el equipo comenzó a mejorar y, de estar en “la peor temporada de la historia”, terminó cerrando en muy buen nivel. De estar último en el Mundial de Constructores 2024, metió un gran sprint final y culminó sexto en el certamen de equipos. Lo que significaron varios millones más como premio para alimentar el presupuesto. Williams tiene sus intermitencias. No parece un proceso de crecimiento y fiabilidad tan estable. No es que no pueda construir un equipo protagonista, pero parece más a largo plazo que el que promete Alpine.
En pleno proceso de escalada de la escudería francesa en la parte final de 2024, Briatore posó sus ojos sobre Colapinto. Como hábil negociador, mostró su interés, pero también sus cartas. Fue paciente para esperar cómo se movían los otros que estaban interesados en el argentino (Red Bull, Racing Bulls, Sauber/Audi) para, a partir de ello, comenzar a negociar. Mientras más interesados había, más se elevaba el valor de mercado de Franco. Cuando el resto de los equipos ya empezó a definir a sus pilotos, sin Colapinto, el panorama cambió. De hecho, el confirmar a Jack Doohan como piloto de Alpine (junto con Pierre Gasly) para 2025 puede haber sido también una maniobra del italiano.
El australiano tiene una cláusula de cinco carreras en su contrato y, si no rinde, le pueden quitar su butaca. Pero el detalles es que al confirmar al oceánico con antelación, le quitó “valor” a Colapinto. Toda esta combinación de factores “bajó” el valor de mercado de Franco y propició una salida probablemente más económica que la que imaginó inicialmente Williams.
Movidas y presiones
Briatore cerró con James Vowles la salida de Franco Colapinto de Williams. Vowles fue un personaje clave en la vida deportiva del argentino porque le dio la oportunidad de subirse a un Fórmula 1 y lo supo guiar. Pero las condiciones que le ofrecía Williams a Colapinto no son mejores que las que le pueden brindar hoy en Alpine. Es verdad que Franco debe esperar ahora por el rendimiento de Doohan, pero es una chance más factible a que pase algo con Albon o Sainz en Williams.
Además, el crecimiento reciente de Alpine marca que la escudería está en alza. Y Briatore es gran responsable. Tan es así que decidió dejar de usar los motores provistos por Renault (este 2025 será el último año de los impulsores franceses en F1) para pasar a usar los motores de Mercedes. En 2026 se inicia una nueva era en La Máxima con los cambios reglamentarios y los alemanes parecen estar a la vanguardia en ese sentido.
Flavio Briatore es tremendamente exigente. No tolera errores. Pero su modelo de trabajo tiene un par de cocardas interesantes: en Fórmula 1, sacó dos veces campeón a Michael Schumacher en Benetton y dos veces campeón a Fernando Alonso en Renault. Su sueño es llevar al título ahora a Alpine y no se anda con chiquitas: “La próxima temporada (2025), tenemos que acabar quintos en la clasificación de Constructores por delante de Aston Martin. En 2026, deberíamos aspirar a podios y a victorias. Y en 2027, el título”.
La Fórmula 1 es un gran negocio. A las grandes condiciones como piloto que mostró Colapinto para correr con un auto en este nivel se suma que llega acompañado con un fuerte respaldo económico de parte de gigantes como Mercado Libre y Globant. Habrá que ver qué papel juegan en esta ecuación. Pero lo que queda claro es que Flavio Briatore es el que decide todo. Y que todo tiene que funcionar bien para poder seguir. Lo que sirve y suma, se queda. Lo que no funciona, se va. Para bien o para mal.
