Se cumple un año del sorpresivo e inesperado primer contacto de Franco Colapinto con un auto de F1. Habló en un Gran Premio porque ya lo había manejado en Abu Dhabi en Noviembre del año anterior en sesión de pruebas comunitarias.
Esto sucedió en FP1 de Silverstone y lo hizo tan bien y eso seguro que precipitó la decisión de Williams de darle un auto cuando se saturaron del dinero que les hacía perder Logan Sargeant con sus múltiples accidentes.
Pasaron muchas cosas en muy poco tiempo. Corrió nueve carreras con la casa inglesa, arrancó con fuerza, pudo sumar puntos hasta que llegó a la competencia más cercana a Buenos Aires y ahí, en San Pablo, todo comenzó a desmoronarse.
Antes de aquel evento, el panorama era tan saludable que hasta algunos soñadores ya lo tenían sentado al lado de Max Verstappen.
La realidad los chocó de frente. Porque las cosas no salían y los internautas (muy capacitados para hablar de más y con poco conocimiento) se fueron calmando.
Pero al mismo ritmo... “desesperando”. Porque no surgía una opción superadora y el pilarense no podía ni debía “quedarse a pie”.
Fue tan meteórica la ascendente condición estelar de Colapinto hasta la competencia brasileña que recuerdo que viajaron responsables del gobierno, como Daniel Scioli y el presidente del ACA César Carman para reunirse sin falta con los miembros de Liberty media, la firma que gestiona la categoría.
Para. almanaque en mano, negociar una carrera lo antes posible en Argentina.
Aunque desde Interlagos hasta el Gran Premio de cierre en Abu Dhabi, haciendo mella tras la fuerte piña en Las Vegas, las chances se diluían.
Finalmente, el año comenzó y Colapinto quedó afuera como suplente en Alpine ya que en Williams no había lugar.
Arrancó el australiano Jack Doohan y el suplente se sentó en la banca a esperar. Y su turno llegó más rápido de lo esperado. Ahora, ya de titular, Colapinto alimenta progresar pretendiendo domar un auto intrépido, inestable e irregular.
¿Qué locura, no? Todo, insisto, ha sucedido hace poco más de 8 meses, pero ahora las aguas se calmaron aunque los fanáticos no. Los dirigentes pusieron freno a sus inquietudes y agazapados esperan una excusa perfecta para volver al ruedo.
¿Cuál sería esa probabilidad ? Y que Franco, ya confirmado por Briatore hasta fin de año (como se lo dijo a este diario en Canadá).
Igualmente y metafóricamente hablando, esperan que “haga algún gol”. De tiro libre, como sea, Que gambeteé a varios en el área o, al menos, convierta un penal.
Por ahora, nada de eso sucede. Las estrategias no salen. Los resultados no están a la vista y la alternativa de sumar algún “puntito” se verán renovadas este fin de semana en uno de los templos que posee la especialidad: Silverstone, dotado de historia, mucho simbolismo y un merecido reconocimiento internacional.
Allí se corrió la primera fecha puntable en 1950. Fangio, Froilán, Pinocho Marimón, Larrauri y Reutemann han girado ahí con autos de la máxima categoría y los dos primeros han ganado en el ex aeropuerto militar de la segunda guerra mundial.
La RAF (Real fuerza aérea británica) lo inauguró aterrizando sus borbaderos en 1943. El “Lole” ganó en el año ‘78 pero en Brands Hatch.
Franco conoce los secretos del veloz dibujo británico, como también conocía los de Austria y España. Pero quién sabe... con un poco de ingenio, si resuelven algunos temas técnicos básicos,los resultados podrían llegar.
La presión crece, las expectativas del piloto del auto 43 también deberían hacerlo y estos viajes han sido útiles para observar un detalle que no es menor.
A la hora de hablar (las veces que lo hace en serio) no es careta, no pone ni busca excusas y argumenta bien lo bueno y lo malo de su gestión y la del equipo.
Mientras muchos con sus preguntas pareciera que le quieren acomodar el cuestionario para resguardarlo, él mantiene posición y convalida su pensamiento.
No le molesta expresar si el auto no va bien como tampoco lo incomoda indicar que no se siente cómodo manejándolo. Es mediático pero no evade con respuestas armadas.
Hay solo 11 puntos sumados como marca. Están últimos y todos fueron cosecha de Gasly porque Doohan y su reemplazante no han podido hacerlo con el segundo auto.
Para Briatore el tiempo apremia y no recuperar terreno finalizará siendo tan contraproducente, que obvio, implicaría tomar medidas con franco y no con el galo que aún cuenta con crédito a favor, pero de a poco se va quedando con menos saldo.
Las versiones sobre Bottas no son descabelladas, Mercedes será proveedor de los motores y hoy el finés es suplente de la marca germana con mucha experiencia, aunque con poco apetito o hambre de gloria.
Hoy el nórdico es como Ricciardo hace algunos años, le cuesta entender que el tiempo pasa.
Fin de semana vertiginoso para la F1 que sigue su derrotero. ¿Podrá Franco de una vez por todas sumar? Aunque sea con un “penal” pero algún “golcito” hay que intentar hacer.
Ya es hora, el tiempo corre y la situación lo amerita.
Finalmente, todo hace sospechar que Briatore está por algo fuera de lo deportivo y ese motivo puede ser comercial y empresarial.
Y sin querer escuché que un gigante asiático quiere hacerse del team. A lo mejor son ellos los que aspiran colocar al rubio y experimentado hombre de la casa alemana.