Pasaron 10 años, 10 meses y dos días para que el retorno del TC al Cabalén se materializara. La última vez había sido aquella carrera de 2014 ganada por Matías Rossi (Chevrolet).
Pero lo vivido en el Cabalén el fin de semana fue apoteótico desde todo punto de pista.
En primer lugar porque el público copó todos los lugares posibles: la tribuna principal, las tribunas adyacentes, el mixto que cubrió de gente que pasó el fin de semana en carpas y tráilers y desafió cualquier hora de la madrugada para ingresar al circuito.
La cifras oficiales dieron cuenta que el domingo hubieron 50 mil personas y 100 mil al cabo de los tres días de actividad. Una cifra que habla a las claras del gusto de los cordobeses por el TC.

No hubo lugar donde no hubiera público. Ni en los boxes, donde pudieron ver los autos del TC que impresionan.
Son grandes autos, muy perfilados, llegan a los 240 kilómetros por hora al fondo de la recta y alcanzan casi los 270 en la curva dos, tras la recta opuesta.
Lamentablemente los dos pilotos cordobeses estuvieron lejos de poder luchar por un puesto entre los puntos.
Risatti, debutando con el equipo Coiro y el Toyota, todavía debe consustanciarse con el auto y terminó 29°.
Por su parte Chapur currió con el Torino, que no le permitió ir más allá del 37° lugar. Una pena. Ya tendrán su revancha.
Otro tema que importa, es que el Cabalén tiene contrato con la ACTC por al menos por tres años y volverá al escenario cordobés en 2025.
El trazado lució como en sus mejores galas y copó cada centímetro. Hubo lugar para disfrutar de un buen desayuno, saborear una costilla recién salida de la parrilla o degustar un choripán.
Los más agraciados, disfrutar de sectores VIP muy bien atendidos y con regalos para llevar. Los que buscaron mercadería, también tuvieron opción de ver calcomanías, llaveros, autitos, gorras y camperas de todas las marcas…
Si hasta el puente de ingreso al autódromo no se quiso perder la fiesta y fue decorado con una pintura de Héctor Luis Gradassi, que hace homenaje a uno de los grandes pilotos cordobeses.
El prooio gobernador Martín Llaryora fue contundente al afirmar. “El Cabalén y el regreso del TC es un impacto notable para la provincia, que es muy fierrera y la falta del TC se había perdido por falta de infraestructura y también trabajamos para poner a Río Cuarto en el plano del TC. Es un gran impacto económico, que mueve a todos los sectores y estoy muy contento con todo lo recibido en el Cabalén y tendremos al TC por varios años más en Córdoba”.