El Gran Premio de Países Bajos en Zandvoort dejó una postal inesperada para los hinchas argentinos. Paulo Dybala, futbolista de la Roma, y Franco Colapinto, piloto de Fórmula 1, coincidieron en el paddock y compartieron un encuentro que rápidamente se volvió viral en redes sociales.
El cordobés surgido de Instituto, que el sábado sumó minutos en la victoria 1-0 de su equipo ante Pisa por la Serie A, viajó a los Países Bajos tras recuperarse de una lesión muscular. Allí fue recibido por Stefano Domenicali, presidente y CEO de la Fórmula 1, a quien le obsequió una camiseta autografiada de la Roma.
La visita de Dybala tuvo un condimento especial al acercarse al box de Alpine, donde se encontró con Colapinto y también con Flavio Briatore, asesor del equipo. La foto entre los tres, tomada en medio de un clima tenso por las críticas del directivo italiano al piloto argentino, dio la vuelta al mundo.
Dybala no se limitó al gesto simbólico. El delantero nacido en Laguna Larga habló públicamente sobre Colapinto: “Es un orgullo que nos represente. Vi muchas camisetas y banderas argentinas en el circuito. La gente lo sigue mucho y eso demuestra el cariño que despierta”.
Y agregó: “Es muy joven, tiene todo por delante y debe seguir trabajando, porque en este deporte las cosas no siempre salen como uno quiere, pero el esfuerzo es la única manera de llegar a lo más alto”.
En lo deportivo, Colapinto respondió dentro de la pista: fue 11º en Zandvoort, su mejor resultado desde su llegada a la escudería francesa. De esa manera, afrontó con temple un fin de semana marcado por las declaraciones de Briatore y demostró que sigue consolidándose en la Máxima.
Antes de retirarse del circuito, Dybala volvió a dejar un gesto que no pasó inadvertido. Le regaló a Briatore una camiseta de la Roma con su nombre y a Colapinto, la casaca albiceleste de la selección argentina. Un intercambio de camisetas que selló una jornada distinta, con acento argentino en el corazón de la Fórmula 1.