César Luis Menotti es el fútbol mismo y hay que decir es porque su figura, su sabiduría y su influencia nunca dejará de sobrevolar el mundo de la redonda, del deporte más popular de nuestro país.
Su desaparición física, ocurrida en este otoñal domingo de mayo, jamás logrará opacar todo lo que significó para nuestro fútbol, la huella que deja es proporcional al dolor que genera su muerte.
Menotti significó un quiebre indudable en la historia del fútbol argentino, con su apertura al interior, con su labor al frente de la selección nacional, a la cual jerarquizó desde que se hizo cargo allá por 1974.
Como conductor, marcó un rumbo de evolución continua, de prioridad absoluta al primer equipo albiceleste, con un legado que va mucho más allá de los títulos ganados con el seleccionado mayor en 1978 (primer campeonato mundial para Argentina) y con el juvenil en 1979. También fue pieza clave en esta última etapa, como director de selecciones nacionales, tiempo en el cual llegó la tercera estrella para nuestro fútbol.
Pero su influencia va mucho más allá, porque trasciende y atraviesa todos los momentos futbolísticos de la era moderna, en nuestro país y en todo el planeta. Cada vez que “el Flaco” hablaba invitaba a escuchar, a reflexionar, a replantearse realidades, eso que sólo consiguen unos pocos elegidos.
Toda entrevista era una lección imperdible de fútbol y de vida, eso que personas muy puntuales generan. Un café con Menotti podía transformarse en una charla eterna, sin relojes, una oportunidad única para aprender, para indagar sin interrupciones, para entender.
Se fue César Luis Menotti, un verdadero sabio. Su influencia fue única, su legado será eterno, se lo va a extrañar, pero sobre todo, se le va a agradecer, porque Argentina tuvo la fortuna de contar con un aporte decisivo, clave, en la historia de su fútbol.
Seguro ya estará junto a Diego Maradona hablando de la pelota, de otros grandes campeones como Lionel Messi, de Carlos Salvador Bilardo y de Lionel Scaloni, en síntesis, del fútbol mismo. Se fue “el Flaco”, un verdadero maestro.
