La historia de Pedro Troglio en Instituto ya es pasado. Y así todo aquel proyecto que se anunciaba hace poco más de tres meses con bombos y platillos, llegó al final mucho antes de lo pensado.
Pero por fuera de todo lo que ya es públicamente conocido, hubo un cruce de versiones entre una parte y la otra sobre qué pasó en el medio para que la Gloria hoy esté afuera de los 16 equipos que clasificarían a playoffs en Copa de la Liga.
Desde el entorno del DT dejaron en claro que el técnico se sintió “engañado” porque al tentarlo para venir le habrían dicho que llegarían refuerzos de jerarquía y con salarios por demás interesantes en dólares.
Y según le contaron a este diario allegados a Troglio, esos jugadores que él pretendía no vinieron. Los nombres de Luciano Lollo, Alexis Canelo, Leandro Díaz y el uruguayo Rodrigo Fernández Cedrés fueron algunos de los que el entrenador pretendía para la Gloria.
“El único que realmente pidió y vino fue Alex Luna”, dijeron desde el entorno del DT.

La propuesta que lo sedujo era armar un equipo para pelear una clasificación a la Copa Sudamericana, con refuerzos de peso (y dólares). “Y terminó en un equipo que está peleando por salvarse. No era lo que le prometieron. Para eso no se venía de Honduras”, señalaron.
La molestia del entrenador no terminó de llegar al río, pero era evidente en los últimos días.
Mientras que en Instituto aseguran la llegada del ex-Independiente (Luna) fue una decisión propia. Además es casi un hecho que una de las cuotas que ingresará por la venta de Nicolás Dubersarsky a la MLS se utilizará para comprar el pase del jugador surgido de Atlético de Rafaela.
Incluso el propio Troglio contó al aire durante su visita a Mundo Gloria que no tenía en su plantel determinados jugadores como para jugar de una u otra forma.

“Uno se adecua a los jugadores que tiene. Si yo tengo tres centrales armó un esquema en base a eso. Si tengo dos grandes delanteros importantes, juego con doble 9. Uno va tratando de acomodar sus condiciones a de los jugadores que tiene”, dijo el DT tras afirmar que para pelear para ingresar a una copa el club tendría que haber invertido al menos seis millones de dólares en refuerzos.
Lo cierto es que el propio Troglio también había dicho a comienzos de año que estaba conforme con el plantel que tenía. Y tras un buen arranque en el Apertura de la Liga Profesional señaló en conferencia de prensa que se ilusionaba con poder pelear con Instituto para ingresar a un torneo internacional.
Y eso no es todo dentro de esta “novela”. Fuentes cercanas a la dirigencia hicieron trascender que el entrenador también había “metido mano” en el armado del plantel, pidiendo que se queden jugadores como Silvio Romero, Damián Batallini y Lucas Rodríguez, a quien Troglio lo había dirigido en Argentinos Juniors.
Es más, a Damián Puebla el club de Alta Córdoba pudo venderlo a comienzos de año en una cifra cercana a los dos millones de dólares (por una parte de su pase), pero Troglio pidió que no lo dejen ir porque entendía que podía ser muy importante si lograba conformar una sociedad futbolística con Luna.
Lo que ocurrió después ya es historia conocida: “Nino” no tuvo un buen nivel, perdió en un momento la titularidad y hoy sería complicado lograr venderlo en una cifra así.
“Estoy contento de estar acá. Fue todo muy rápido. Vengo a un club con ambiciones y con ganas de seguir progresando. Estaba cómodo donde estaba, pero quería volver a Argentina. Y quería venir a un club como Instituto. No tardé mucho en decidirlo. Me sedujeron el plantel y el club”, sostuvo “Pedrito” el pasado 26 de diciembre cuando había sido presentado como nuevo DT de Instituto en el bar Mi Barrio.
Consultado por este diario, Troglio prefirió mantener el silencio por estas horas.
Sólo dijo que lo suyo con Instituto ya “era historia vieja”.
Sus códigos de años en el fútbol mantendrán bajo siete llaves lo que sus cercanos vociferan para, tal vez, intentar atenuar las críticas sobre la figura del entrenador y poder conseguirle equipo rápidamente.
“Pedro seguramente va a encontrar equipo rápido. Es un técnico reconocido y tiene chapa. Lamentablemente, las cosas no se dieron en Instituto como él pretendía y no se cumplió lo que le habían prometido. Pero él sabe que esto es fútbol. Y el fútbol es resultados”, completaron fuentes cercanas al DT.
Los caminos de Troglio e Instituto ya se separaron. Y la revolución que causó aquel día llegando de la mano de Claudio Paul Caniggia, el intermediario, se fue apagando semana a semana.
Hasta esta triste despedida y punto final.