A veces la vida —y el fútbol, sobre todo el fútbol— tiene esos caprichos que te lleva a los mismos lugares por caminos distintos. Y Diego Cocca lo sabe. Porque después de tantos amagues, esta vez no hubo más peros ni novelas interminables: falta la firma, pero todo indica que el nuevo DT de Talleres es él.
Cocca, el mismo que en 2012 se sentó con Juan Carlos Barrera a charlar en el bar de Instituto y se fue con un café amargo y sin acuerdo. El mismo que el año pasado estuvo en el radar de Belgrano, cuando buscaban reemplazante para Juan Cruz Real, pero que en vez de elegir el camino al Gigante se tomó un vuelo rumbo a España para dirigir al Real Valladolid.
Ahora sí, dijo que sí en la Docta, y será el encargado de tomar las riendas de una “T” que necesita reconstruirse después de un semestre turbulento.
La historia entre Cocca y Córdoba tiene más vueltas que un partido con alargue y penales. En 2012 lo quiso Instituto. Pero fue Frank Darío Kudelka quien terminó siendo el elegido (sí, el mismo que después haría historia... pero en Talleres). Cocca en cambio eligió Defensa y Justicia. Y desde ahí, su carrera hizo un clic: Racing, título incluido, Rosario Central, la selección de México, y hasta una aventura europea en España que no terminó como soñaba.
Pero el fútbol tiene eso que ni las mejores novelas pueden escribir: vueltas. Y hoy, mientras los hinchas de la “T” miran con ilusión el futuro, Diego Cocca desembarca en barrio Jardín con la valija cargada de experiencia, espaldas fuertes y la necesidad —mutua— de volver a ser.
En Córdoba siempre estuvo cerca, pero esta vez no pasó de largo. Porque hay trenes que pasan una sola vez, pero hay otros que, si tenés paciencia, te terminan llevando igual al lugar donde te espera tu historia.
Ahora es (casi) oficial: Talleres, en la tierra del fernet tiene DT. Y se llama Diego Cocca.
