Talleres sufrió un duro golpe en Tucumán. Atlético lo derrotó 3 a 0 con autoridad y aprovechando los groseros errores defensivos de un equipo albiazul que nunca pudo reaccionar.
La “T” volvió a mostrar una alarmante falta de fútbol, quedó expuesta en todas sus líneas y se hunde aún más en la tabla, con la continuidad de Carlos Tevez en el centro de las dudas.
Las claves
Confusión, dos “regalitos” y a cobrar
En el primer tiempo, casi sin despeinarse, sin marcar un dominio abrumador, rápidamente Atlético le hizo dos goles a un Talleres confundido y desconcertado, que no se metía en el partido y lo terminó pagando caro. A los 14m Sánchez se fue por izquierda, lo perdió Schott, y su centro al corazón del área fue cabeceado por Díaz ante la pasividad de Fernández y Guth. Y a los 31m, Mosqueira perdió una pelota en el medio tras un saque de banda, la pelota le quedó a Brizuela, cuyo remate al arco, con la ayuda de un desvío en Fernández, terminó en gol. La “T” nunca pudo encontrarse en el partido, lució desequilibrado, sin una cuota de juego productiva de Sequeira, sin que la pelota le llegara limpia a Girotti, sólo respondió con tibios amagues de Rick por derecha.
Un golpe de nocaut tempranero
Talleres entró tan dormido al complemento como lo hizo en el PT. Tanto que al minuto, le hicieron un gol calcado al primero. Desborde de Laméndola por izquierda, Rick lo vio pasar, Schott se quedó clavado en el área y nadie saltó a meterle el cuerpo al cabezazo de Coronel, en una jugada que debió ser invalidada por fuera de juego del delantero. Un golpe de nocaut del que nunca se pudo reponer, ni en lo anímico ni en lo futbolístico. Tampoco como consecuencia de los cambios que ensayó Tevez, porque ni con Botta y Bustos adentro por Sequeira y Rick, porque como si fuese poco, las tres que creó como para descontar a partir de alguna contra encontraron a Mansilla bien y al arco rival cerrado.
Tocó fondo
Talleres hizo todo mal en Tucumán y terminó tocando fondo. Una derrota complicada, durísima, que lo hunde en la lucha por el descenso y que abre una ventana para que todo pueda pasar, incluida una renuncia de Tevez que no puede descartarse porque su equipo lució sin fútbol, alma y reservas anímicas como para emerger del pozo en el que está. Todos los males futbolísticos de la “T” se profundizaron y no sólo por la falta de gol del equipo, que volvió a quedar patentizada.