Antes de ir a los números, es mejor analizar el juego de Talleres. Llaman la atención los 27 tantos que lo transforman en el equipo de más conversiones de la Liga Profesional, y el dato de que el uruguayo Michael Santos es el goleador del torneo con 10 o que sus 31 anotaciones totales le permitieron alcanzar al paraguayo Juan Carlos Ruiz Díaz Parri en la cima de la tabla posiciones de artilleros extranjeros de la historia del club de barrio Jardín.
Pero importa también cómo llegó a eso y qué relación hay entre su producción ofensiva y lo que concreta. Ese Talleres letal no es sólo por los goles de “Pelo”, sino también por sus asistencias, que ya son cuatro. Entre Racing y Rosario Central, Talleres marcó siete goles, cinco hizo Santos, también sirvió uno más en el Cilindro ante la Academia y sólo no participó en el penal que anotó Diego Valoyes.
Esa tendencia de convertir y asistir también se repite en el mencionado colombiano, que marcó sus dos primeros tantos en el torneo y lleva tres asistencias; en Ramón Sosa (tres conversiones y pases gol), y, fundamentalmente, en Rodrigo Garro, conductor albiazul (dos goles y cuatro asistencias). Ese cuarteto es la sociedad principal que tiene Talleres y es la que concentra gran parte de la producción ofensiva albiazul en los rubros ya detallados. Es parte del orgullo que tanto siente el entrenador Javier Gandolfi y el dolor de cabeza de la mayoría de los rivales.
¿Qué indica? Que sabe cómo desequilibrar. Es letal en espacios amplios, pero también tiene la paciencia para generarlos, algo que le pasó ante Barracas, o para aprovecharlos cuando se los ofrecen de entrada, como sucedió con Racing. Para llegar a esa situación no siempre fue de la misma manera, ya que también supo abrir los partidos de pelota detenida, como ante Instituto o ante Rosario Central. Rubro en el que es fundamental Rodrigo Garro.
En este rubro de artilleros y asistidores también se destacan Francisco Pizzini, quien ingresó unos minutos y que anotó tres veces y asistió en dos, aunque hoy es elemento de recambio. Nahuel Bustos también es otro que espera de un momento a otro la chance de poder ser titular con los tres tantos marcados a su regreso. Entre esos 27 goles, Talleres 10 anotadores distintos. El otro dato es que su efectividad es del 65% y eso revela que debe convertir más.
¿Qué tal? Es el camino hacia la identidad de juego, un valor difícil de lograr, pero necesario para alcanzar el protagonismo en Liga, en Copa de la Liga y en Copa Argentina, las vías que posibilitan la internacionalidad que quiere recuperar en 2024.
Talleres y análisis de cada artillero-asistidor
Santos. Está en el mejor momento. Le marcó tres a Central, dos a Racing y uno a Barracas, uno a Central Córdoba y a Boca. Asistió dos veces con Platense, una con Barracas y con Racing. En el Cilindro anotó dos y sirvió en el siguiente, pero pudo hacerlo más veces. “Estuve un poco egoísta”, admitió “Pelo”, de 30 años. Todo en 15 partidos.
Garro. Otro que no para de crecer. En 15 juegos, anotó dos golazos (uno de tiro libre) y cuatro asistencias. Es el conductor de Talleres, el que lo hace jugar, le da pausa, prolijidad y profundidad. Ante Racing hizo todo bien, ya que, además de participar en los goles de Santos, también le sirvió otro más que el uruguayo no pudo concretar y puso a mano a mano a Benavídez, cuyo tiro fue sacado en la línea. Cuando el partido viene cerrado, desequilibra en la pelota parada. Sirve en todos los climas e impone la sintonía del juego que Gandolfi pide.
Sosa. El jugador de la selección paraguaya es un rayo. El paraguayo le marcó a Instituto y dos a Barracas, pero también ha errado de manera increíble. Asistió con Atlético Tucumán, con Instituto y con Barracas. Sigali le hizo un penal. Desequilibrante en el uno contra uno; a veces, hace una de más.
Valoyes. En el partido con Racing, el colombiano volvió al 11 titular y dio “la noticia”. Hizo sus dos primeros goles, uno por la pared que le devolvió Santos y otro de penal. También le sirvió otro al paraguayo, aunque lo erró. Es otro de los jugadores de selección que tiene Talleres.
También suman en Talleres
Pizzini. Perdió la titularidad, pero hasta que lo hizo había sido muy importante con tres goles (Atlético Tucumán, Central Córdoba y Platense) y con dos asistencias (Central Córdoba y Platense).
Nahuel Bustos. El goleador que espera su turno y suma sus conversiones ante Atlético Tucumán (tiro libre) y las dos a Colón.
Matías Catalán, Juan Portillo, David Romero y E. Fernández, en contra. “Cata” abrió el partido con Instituto con una gran asistencia de Garro, “Porti” hizo un pase a la red frente a Platense, “Rulo” marcó frente a Vélez y “Equi” Fernández, de Boca, la metió contra su valla antes que la tocara Pizzini.
