Independiente Rivadavia hizo historia al eliminar a River en las semifinales de la Copa Argentina y alcanzar su primera final. El protagonista de la noche fue Sebastián Villa, ex-Boca, quien anotó el último penal de la serie y selló la clasificación del equipo mendocino.
El colombiano, que jugó su 15° partido en Copa Argentina y llegó a cuatro goles en la competencia, vivió un encuentro cargado de emociones. No sólo por la trascendencia del partido, sino también porque enfrentó nuevamente a River, equipo al que ya le había marcado cuatro veces con la camiseta de Boca.
“Es una alegría inmensa, estoy muy contento. Este triunfo se lo quiero dedicar a mi familia que está en Medellín y también a mi mujer, Carolina, que sin ella este proceso no podría haber sido posible. Hoy pude retribuir a toda esta hinchada y al club que apostó por mí”, expresó Villa, visiblemente emocionado tras la clasificación.
El atacante de 29 años regresó al país luego de un paso por Bulgaria. Además, hace unos días Villa fue absuelto en una causa por violencia de género que lo había mantenido alejado del fútbol argentino. “Esto es lo lindo del fútbol, habló la justicia por mí. Gloria a Dios estoy aquí, en Independiente Rivadavia, que me dio la oportunidad. Estoy agradecido al club, a Daniel Vila por confiar, a toda la dirigencia y al profe Berti que desde el minuto uno creyó en mí”, señaló.
Villa también se refirió a su historial ante River, rival con el que volvió a encontrarse en una instancia decisiva: “Venía con mucha fe y se me da esto. Lo necesitaba y estoy muy feliz. Ahora quiero disfrutar con mis compañeros y llegar a Mendoza para darle un abrazo a mi mujer”.
Por último, el delantero le puso palabras al sueño que vive el plantel mendocino, que enfrentará a Argentinos Juniors en la final: “Creo que estamos cerca de hacer historia. Somos un grupo muy humilde, de chicos que vienen peleándola desde abajo. Esta victoria es para todo el pueblo leproso y para la provincia de Mendoza”.
