La esperada transferencia de Julián Vignolo, la prometedora joya de Racing de Córdoba, al fútbol de Italia ha entrado en una fase de considerable complicación.
Lo que en un principio todo indicaba que Vignolo se iba ya al Pisa, un club de la Serie A, y que ejecutaría su cláusula de rescisión para firmar un contrato por cuatro años en los próximos días, se ha topado con un obstáculo significativo: la forma de pago.
Según las últimas informaciones, ambos clubes siguen negociando, pero el desacuerdo radica en la modalidad en que se abonaría la cláusula.
Los italianos pretenden pagar la cláusula en cuotas, mientras que Racing de Córdoba insiste en un solo pago. Esta disparidad en las expectativas financieras es la causa principal del impasse. Es importante destacar que la venta no está caída, pero ahora es crucial ver cómo se destraba esa cuestión contractual.
La complejidad de la negociación ya ha tenido repercusiones directas en el futuro inmediato del joven delantero. Por lo pronto, Vignolo no sería citado para jugar el próximo encuentro de Racing, que será ante Arsenal de Sarandí por la Primera Nacional. Esta decisión refleja la delicadeza del momento y la necesidad de concentrarse en resolver la situación de su posible traspaso.
La aparición de un “problema con la letra chica del contrato” ha puesto en pausa lo que se perfilaba como una transacción rápida y directa. La expectativa ahora se centra en cómo ambos clubes, Racing de Córdoba y Pisa, lograrán superar esta diferencia para que Julián Vignolo pueda, finalmente, cumplir su aspiración de jugar en el fútbol europeo.
