Walter Ribonetto las pasó a todas en su primer Belgrano - Talleres, en la gestión inicial como entrenador, ya que reemplazó a Javier Gandolfi saltando directamente desde la reserva albiazul y habiendo sido ayudante de campo de Diego Dabove, actual entrenador de Instituto.
“Tino” se tuvo que fijar el corazón varias veces por los goles que Belgrano marcó vía Bryan Reyna y Nicolás Meriano, y con el penal que le atajó Nahuel Losada a Nahuel Bustos (el partido estaba 2-1) ; explotó en los tantos de Ramón Sosa y de Alejandro Martínez, movió el banco para acompañar al paraguayo y a Rubén Botta, le reclamó varias veces a Fernando Rapallini sobre todo por un foul en el área a Federico Girotti a poco del final y terminó valorando el empate final.
Siempre será mejor sumar antes que irse vacío de Alberdi y de cualquier cancha. Sobre todo para alguien que sintió mucho como defensor -de hecho se retiró como capitán de Talleres en tiempos del Argentino A- y que paradójicamente no logra imprimirle a su Talleres un acto defensivo que volvió a quedar en la mira al minuto de juego. Desde el vestuario, nuevamente. Cómo ocurriera ante Barracas, en la fecha anterior.
No hubo caso. Pese a trabajar nuevamente sobre esos errores el equipo salió en desventaja ya que a los 51 minutos ya estaba perdiendo y después del 1-1 parcial, llegó un nuevo descuido que permitió a Belgrano hacerle la diferencia nuevamente.
No hay nada peor para un entrenador que su equipo choque dos veces con la misma piedra. O tres o cuatro. Esto es porque el equipo siempre que jugar en desventaja.
Está claro que lo mejor lo vivió con la aparición de Ramón Sosa, alguien que venía siendo obstaculizado por los rivales y no estaba muy amigo del gol, algo que recuperó en el clásico. Además, Ribonetto no quería transformarse en el entrenador de Talleres contra el que Belgrano rompiera una racha sin victorias de 18 años de local (el 12/11/2005, fue 2-0).
Sincero
“Remontar el resultado dos veces, más en un clásico, es importante. Pensábamos arrancar de otra forma, pero el equipo se repuso, en ningún momento tiró la toalla. Sufrimos 15 minutos y después fue todo nuestro. Estoy contento porque siempre tuvimos entereza para empatar y hasta para ganar el partido”, dijo Ribonetto.
Luego, comentó lo que hablaron en el entretiempo para mejorar. “En el entretiempo hicimos correcciones que necesitábamos en los posicionamiento y donde estaban los espacios para empatar, que se dio apenas arrancó el segundo tiempo. Lo pudimos empatar con el penal de Nahuel, pero en ningún momento nos vinimos hacia atrás, siempre intentamos jugar en campo rival. Tuvimos las situaciones para ampliar. Si contamos las situaciones, no sé si Guido tocó una pelota en el segundo tiempo”, agregó Ribonetto.
“Con respecto a los goles que recibimos… Se hace difícil que te hagan un gol tan rápido, más en un clásico. Pero nos supimos reponer, el grupo tuvo la entereza para salir adelante y siempre desde el juego. Con respecto a la salida de Botta, estaba fatigado, se estaba acalambrado y necesitábamos gente fresca, que lo puede hacer bien también. Esto va a cambiar en algún momento a favor nuestro. Necesitamos lograr el cero en nuestro arco, porque nosotros hacemos goles”, cerró “Tino”.
