Racing de Nueva Italia vive un presente lejos del soñado en el torneo de la Primera Nacional. Sumó apenas 21 puntos en 22 partidos y está cerca de la zona roja del descenso.
Lleva 14 fechas sin ganar y más allá del cambio de técnico sigue sin jugar bien.
Este domingo por la tarde tuvo ante el colista Villa Dálmine la chance de volver al triunfo. Jugaba con uno más y contaba con las mejores chances, pero no las aprovechó.
Y de tanto ir, dejó espacios en el fondo, por lo que en una contra la visita se encontró con un penal sobre el cierre luego de una falta de Elías Calderón.
Allí la gente de Racing se enfureció, sobre todo un grupito que estaba en la popular. Desde las tribunas bajó el canto “jugadores, la c…de sus madres, a ver si ponen huevos”, al mismo tiempo que “llovían” proyectiles sobre el campo de juego.
Por esta acción el árbitro Nahuel Viñas suspendió durante unos siete minutos el juego, que se reanudó con el penal que falló Agustín Pereyra.
