El plantel de Racing de Nueva Italia se entrenó este miércoles por la mañana en el predio René Gorreta, a puertas cerradas, con la mente puesta en lo que será la penúltima fecha de la Primera Nacional.
El equipo de Hernán Medina visitará a Tristán Suárez este sábado a las 19, en un duelo decisivo para sostener sus chances de entrar al Reducido por el segundo ascenso.
La situación es clara: Racing está obligado a ganar los dos encuentros que restan y, además, depender de otros resultados. La Academia comparte puntaje con Colegiales, aunque está por debajo en la tabla por diferencia de gol. Tristán Suárez, justamente su próximo rival, le lleva cinco unidades, por lo que un triunfo es la única vía para acortar esa distancia. A su vez, podría superar a Deportivo Maipú siempre y cuando los mendocinos no sumen más de un punto en lo que queda del torneo.
El panorama en cuanto a las bajas no es el mejor. Pablo Chavarría sufrió una distensión grado dos en el isquiotibial y se perdería lo que queda del campeonato. En el último partido, ante San Martín de Tucumán, había sido reemplazado en el entretiempo por precaución. En su lugar ingresaría Lautaro Villegas, una cuestión que se definirá en las próximas horas.
Tampoco estará el zaguero Valentín Perales, quien llegó a la quinta amarilla y deberá cumplir una fecha de suspensión.
En tanto, Wilfredo Olivera trabajó de manera diferenciada por una sobrecarga muscular, aunque se estima que llegará en condiciones al compromiso.
La buena noticia es que Sergio González ya se entrena con normalidad tras el golpe en el tobillo que lo había condicionado el fin de semana.
Con un margen de error inexistente, Racing necesita sumar y rezar. La ilusión está en pie, pero el camino es tan exigente como incierto.