River Plate enfrenta un delicado desafío en el Mundial de Clubes, marcado por la confirmación de la lesión de Sebastián Driussi. Esta baja sensible llevó al cuerpo técnico a considerar la incorporación del atacante paraguayo Adam Bareiro, cuya llegada, sin embargo, no sería inmediata, pues solo podría sumarse si River supera la fase de grupos y se activa la ventana de pases de octavos de final.
Mientras tanto, el director técnico Marcelo Gallardo cuenta con Miguel Borja y el juvenil Bautista Dadín.
La situación de los delanteros disponibles es preocupante. Miguel Borja, aunque es un jugador importante, atraviesa un pésimo nivel futbolístico. Por otro lado, Bautista Dadín, de apenas 19 años, no goza de la plena confianza de Gallardo para un certamen de esta envergadura y aún no debutó en el plantel profesional.
A esto se suma que Bareiro, en caso de llegar, lo haría con un bajo rendimiento reciente, habiendo anotado solo tres goles en 10 partidos en la liga qatarí, un dato que generó el enojo en los hinchas del “Millo”.
Mientras, River se prepara para medirse ante el Monterrey de México y el Inter de Italia, encuentros que definirán un lugar en la próxima instancia de la competición.
Gallardo tiene dos caminos para tratar de compensar su sensible baja que afectará la definición de las jugadas ofensivas: cambiar de esquema táctico, quizás con un delantero menos, o apostar por una recuperación milagrosa del nivel de Borja.
La situación de River en el Mundial de Clubes es complicada. Sin embargo, a pesar del sombrío panorama, existe la posibilidad de que “Napoleón” Gallardo, conocido por su ingenio táctico, tenga un “as guardado bajo su manga”.
River buscará revertir esta compleja realidad ofensiva en el transcurso de los próximos partidos, que definirán su continuidad en el certamen internacional.
