Los premios al mejor jugador del partido se han convertido en una tradición futbolera cuyo objetivo es reconocer la labor sobresaliente de un jugador que en principio fue decisivo en una victoria, aunque en un deslucido cero a cero se entrega sin prejuicios al que tiró menos pelotas a la tribuna con aplausos, entrega de trofeo y nota pospartido incluidos.
Esto ocurre porque en ausencia de un reglamento riguroso que contenga los requisitos que determinen un futbolista destacado, todo queda en la elección a ojo de relatores, cronistas, televidentes, etc., método que a veces no ofrece dificultades (un delantero tuvo el mejor día de su vida y metió tres goles por ejemplo) y pero que en otros casos ofrece serias dificultades en especial en los denominados partidos para el olvido, que como su nombre lo indica son rápidamente enviados a un sótano específicamente creado en la AFA para contener sus estadísticas y que nunca vuelvan a ver la luz.
Durante varios torneos el premio al mejor jugador fue patrocinado en Argentina por una marca de motos que incluyó un momento memorable (y quizá bisagra) cuando se lo entregaron a Lautaro Acosta luego de un 2-2 de Lanús contra Temperley en 2018 y el temperamental jugador granate lanzó su histórica frase: “Me chupa un huevo el premio, los árbitros son un desastre”. Desde la AFA trataron de bajar los decibeles del desaire y recordaron (“salvando las distancias”) cuando Marlon Brando rechazó un Oscar por su papel como Vito Corleone en El Padrino. “Son cosas que pasan ya sea con un Oscar o con un premio Motomel” reflexionó un viejo dirigente.
Pero por más que se intentó disimular el cimbronazo se sintió y la solemne entrega de los premios entró en crisis luego de la brutal frase del “Laucha”, lo que derivó en una lenta y silenciosa reestructuración cuyos primeros efectos se están viendo en la Copa Argentina con la creación del Premio San Cayetano que reconoce “al jugador más trabajador” con herramientas para el hogar, como en el caso de Pol Fernández que recibió un taladro atornillador-percutor ULT111 20v, similar al que había recibido antes el arquero Facundo Altamirano de San Lorenzo. Posteriormente riverplatense Montiel sería premiado con una imprescindible caja de herramientas dotada de destornilladores (planos y phillips), pinza, tenazas, martillo, llave francesa y caja de tornillos con sus respectivos tarugos.
Desde sectores críticos aseguran que estos premios en realidad esconden un mensaje subliminal según el cual se les estaría sugiriendo a algunos jugadores que diversifiquen y prueben suerte en otro tipo de oficios (muy nobles pero alejados del fútbol) tales como instalaciones eléctricas, plomería, mecánica integral, suspensión y tren delantero o carpintería.
“Mientras no nos caigan con un maple de huevos, una bolsa de leña, un enano de jardín o una carretillada con 55 kilos de papas como hacen en el fútbol nórdico vamos bien con las herramientas. Yo por ejemplo sueño con ser el jugador más trabajador y ganarme una amoladora angular de 8500 rpm para poner en el living”, confesó un delantero de la Liga que prefirió mantenerse en el anonimato. Como dicen en la Rural de Palermo, a herramienta regalada no se le miran los engranajes.
CR7, sin Oro
Mientras tanto, el fútbol galáctico el tema premios también tiene sus cuestiones con los premios porque se dio a conocer los jugadores nominados para el Balón de Oro 2025 y entre las ausencias más destacadas se destaca la de Cristiano Ronaldo quien pese a ser campeón europeo con Portugal milita en una liga de la periferia del planeta como la Árabe, situación que lo margina de una vez más del máximo preciado premio que tantas veces ganó.
“Para los europeos, el CR7 están jugando en la Liga de Plutón o en una de las lunas de Saturno, donde el fútbol aún es incipiente” se quejó un dirigente portugués. “No sólo juega lejos sino que está rodeado de grandes extensiones de arena y para la UEFA eso lo pone más cerca de la Legión Extranjera que del fútbol europeo por más que haya ganado la Nations League”, retrucaron desde la UEFA. “Es el mismo caso de Messi que milita en una liga también lejana y cuyo club está rodeado de humedales, caimanes y boas” agregó la fuente.
La idea que acercó la AFA a sus pares europeos de sumar el premio al “Jugador más Trabajador” a la lista de 13 galardones que se entregarán en París en septiembre, sin distinción de ligas, distancias y obstáculos naturales fue desechado amablemente, ya que se consideró que los jugadores de élite sólo aspiran al Balón de Oro como bien aspiracional para colocarlo arriba de la cómoda. “No creo que reaccionen bien si les decís que no ganaron el Balón de Oro pero se llevan una poderosa desmalezadora motoguadaña a nafta, un imprescindible set de formones o una siempre necesaria sierra caladora como premio”, reflexionaron desde la organización del evento. Todos los años, el fútbol vive en París su propia fiebre del oro.