Talleres se encuentra en plena fase de preparación, enfocando todas sus energías y expectativas en el enfrentamiento eliminatorio que asumirá ante Boca Juniors. Este partido, correspondiente a una de las llaves de octavos de final del torneo Clausura, se disputará el próximo domingo, a las 20, en el mítico estadio de La Bombonera y con arbitraje de Sebastián Zunino. El entrenador albiazul tiene sus miradas puestas en la disponibilidad de dos figuras centrales, consideradas jugadores clave en la levantada que no solo le permitió al equipo asegurar su permanencia en la categoría, sino también clasificar a la instancia de octavos de final.
La principal preocupación y, al mismo tiempo, el foco de mayor anhelo reside en la figura de José Palomino (35 años). El defensor realizó trabajos diferenciados en la práctica inicial en el Card debido a una “sobrecarga muscular”, según informó el club. A pesar de este contratiempo físico, existe una fuerte confianza en el cuerpo técnico de Talleres de que Palomino podrá ser de la partida en el trascendental encuentro ante Boca.
La importancia de Palomino en el esquema defensivo es fundamental. El deseo de su plena recuperación se intensifica al considerar el impacto que tuvo en el tramo final del campeonato. “Palo” es un jugador clave: debutó en la fecha 7 contra Deportivo Riestra y se convirtió el refuerzo más importante y pieza clave defensiva en la racha que culminó asegurando la categoría y proyectando al equipo a los octavos de final del Clausura.
“El Depredador” arrancó en reserva tras un golpe en la rodilla, tuvo su estreno ante el Malevo, estuvo 81 minutos y, luego, 61 frente a Tigre. Después sumó ocho partidos de 90 minutos.
Su presencia es vista como vital para afrontar a un Boca que, según se anticipa, contará con la disponibilidad completa de su plantel.
La posibilidad de que Palomino no se recupere a tiempo introduce incertidumbre táctica, especialmente si el cuerpo técnico decide mantener la línea de cuatro defensores. En ese supuesto, se contempla que Santiago Fernández podría ocupar su lugar. La decisión de mantener los cuatro defensores o inclinarse por una línea de tres es una de las principales definiciones que deberá tomar Tevez en los días previos al choque.
El regreso de Portilla
La otra gran expectativa del cuerpo técnico se centra en el regreso de Portilla. Tras cumplir sus compromisos con la selección de Colombia en Estados Unidos, el volante iba a estar a pleno en las últimas dos prácticas después de hacer un trabajo regenerativo. Portilla disputó el encuentro ante Australia el pasado martes, aunque no sumó minutos en el partido previo, contra Nueva Zelanda. El cuerpo técnico de Talleres, liderado por Tevez, espera fervientemente poder contar con el colombiano en al menos tres prácticas antes del domingo.
La reincorporación de Portilla es crucial, ya que permitiría rearmar la línea de los cuatro “5”. En el último encuentro disputado contra Instituto, solo estuvieron disponibles Mateo Cáceres, Ulises Ortegoza y Matías Galarza en el mediocampo. Su presencia no solo equilibra la mitad de la cancha, sino que también ofrece más opciones al entrenador para definir la estrategia defensiva final ante el desafío que representa el cuadro xeneize.
Así, el enfoque de Talleres se divide entre la espera de la evolución muscular de Palomino y el reencuentro con Portilla, movimientos decisivos para la conformación del 11 que buscará dar el golpe en La Bombonera.























