El clima en Santos es de máxima tensión. Este martes, un grupo de hinchas de la barra brava Torcida Sangue Jovem irrumpió en el centro de entrenamientos Rei Pelé para protestar por la crisis deportiva que atraviesa el equipo, que viene de caer por un lapidario 0-6 frente a Vasco da Gama en la última fecha del Brasileirao.
En medio del caos, Neymar decidió salir a hablar con los aficionados que habían invadido las instalaciones. “Estamos intentando mejorar las cosas”, aseguró el delantero de la selección brasileña en un intento por calmar los ánimos, según se difundió en videos en redes sociales.
El astro fue titular en la goleada sufrida en Río de Janeiro y abandonó el campo entre lágrimas, reflejando la frustración por la situación del club. El resultado dejó al Peixe en la decimoquinta posición de la tabla, apenas dos puntos por encima de la zona de descenso.
Antes de ingresar al predio, los hinchas habían manifestado su descontento con petardos, cánticos contra la directiva y un cartel que rezaba “elenco de finados”, en clara alusión al flojo rendimiento del plantel.
La crisis sacude a un Santos que no encuentra rumbo y donde incluso la presencia de Neymar no logra apagar el incendio.
























