Con mucho de angustia en el cierre del juego, Argentina consiguió el triunfo 2 a 1 sobre Australia y se clasificó a los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022. Pudo ser un resultado más holgado y hasta tener un final de juego más tranquilo, pero no lo fue.
En la victoria albiceleste, otra vez el aporte cordobés estuvo a pleno en los dos extremos del campo de juego, porque como ante Polonia en el cierre de la fase de grupo, en este cruce de octavos dijeron presente desde el inicio Cristian Romero, Nahuel Molina y Julián Álvarez.
El delantero de Calchín volvió a decir presente en el marcador para anotar el segundo gol de la nacional y sellar con su conquista el pase a cuartos. Jugó un partido inteligente, como lo pedía el rival, haciendo presión más cerca de la mitad de la cancha que sobre la salida y metiendo diagonales para evitar que los “grandotes” interrumpieran su carrera.
En la primera etapa se mostró como opción de descarga y fue un “socio” para Messi en ataque. Cuando a los 11 del segundo tiempo Rodrigo De Paul empezó a correr a toda la defensa hasta complicar la salida del arquero Mat Ryan, Álvarez entró en escena para robar con la punta del botín y de media vuelta poner el segundo tanto. Otra vez su sacrificio se notó y volvió a pagar con gol la confianza del entrenador para darle titularidad.
En la zaga central, “Cuti” volvió a batallar con éxito. Los gigantes australianos se la complicaron, pero junto a Nicolás Otamendi se las arreglaron para sostenerlos en línea y evitar que pudieran tener chances claras, en especial durante toda la primera etapa y gran parte del segundo tiempo.
“Tenemos un grupo joven y vamos a dejar la vida, no importa qué día nos toque jugar, vamos a estar preparados” le dijo a la prensa el ex Belgrano al final del partido y lo vienen demostrando con el correr de los juegos. La defensa se afianzó desde el partido con Arabia al de este sábado con Australia.
Cuando Mitchell Duke fue en busca de la primera pelota aérea, “Cuti” le atropelló desde atrás y volvió a mostrar que la lucha sería cuerpo a cuerpo hasta el silbatazo final. Seguramente su mundial será su plataforma de crecimiento en el fútbol, porque está teniendo grandes actuaciones.
El que entró menos en juego en este encuentro fue Nahuel Molina, pero más por la manera de jugar del equipo que por su forma de hacerlo. La pelota se lateralizó siempre y terminó en él por la derecha o en Acuña por la izquierda, pero a diferencia del juego ante Polonia, se evitó lanzar centros. Se resolvió manejar el útil y por ello fue que se lo movió de un lado para el otro y cuando entró en contacto con la redonda de cuero, la orden fue devolverla con criterio hacia los volantes de juego y así lo hizo.
Aprobó Molina la materia “marca”, porque a pesar que Australia atacó poco, cuando lo hizo por su sector se las ingenió para neutralizar la zona y no verse desbordado.
El aporte de los cordobeses fue nuevamente clave para el triunfo, porque en cada una de las funciones asignadas todos lograron un aprobado. Aún falta que Paulo Dybala tenga su chance, por ahora debe tener paciencia.
