La selección argentina femenina estuvo a un paso de tener un debut perfecto ante Italia, en el Grupo G del Mundial. El primer tiempo de Argentina fue emoción pura. Fue un plan perfectamente diseñado y perfectamente ejecutado durante 86 minutos. Cristina Girelli de cabeza anotó el único tanto del partido jugado en el Eden Park de Aucklamd ante 30.889 personas.
El aliento argentino se hizo sentir con mucho canto y adentro las jugadoras contagiaron.
El semblante fue de orgullo por lo hecho, aunque tristeza por ese detalle que las dejó sin nada. Hay una frase que dice “a veces se gana y a veces se aprende”. La derrota no se puede borrar, pero Argentina pisó fuerte ante un equipo europeo que se sorprendió y lo ganó con resto físico.
Quedan cosas por trabajar y mejorar. La clave es pasar la página mental y volver a hacerlo de nuevo en tres días ante Sudáfrica.
El partido de Argentina
El entrenador viene trabajando este duelo desde diciembre y en la cancha se notó un equipo convencido. El sacrificio en esos primeros 45 minutos fue descomunal. El orden fue clave, hasta para tirar bien los fuera de juego en los goles anulados a Italia.
Banini en modo México 86 bailó a todas las “tanas” que se le cruzaron en frente. La mendocina sabe que está jugándose sus últimas fichas con la celeste y blanca, y se nota que no se guarda nada.
La selección se plantó de igual a igual, construyendo su idea desde la presión de Lorroquette arriba y la agresividad de sus compañeras atrás.
Hacia arriba, se vio la selección que la gente quiere ver desde hace mucho tiempo. Las mejores jugadoras del país jugando juntas con la libertad de arriesgar y saber que el error puede estar. La cordobesa Bonsegundo otra vez fue pero despliegue, firme para recuperar y compañera de todas a la hora de tocar. Benítez fue otro punto alto desde la mitad del primer tiempo en adelante. Se encontró bien son Banini. Del otro lado, por donde más atacó Italia, Núñez y Braun tuvieron que trabajar mucho. Ganaron y perdieron duelos, pero generaron muchas faltas en ataque que le dieron aire al equipo.
Argentina jugo a “la nuestra”, con los riesgos que eso conlleva, pero con el coraje de querer dejar una marca. Quedaban 45 minutos más para reafirmar el mejor primer tiempo en la historia de los mundiales para la Albiceleste.
En el complemento, Italia corrigió algunas cosas desde la presión argentina y el equipo se paró más adelante. La selección no podía cortar los circuitos y quedaba muy cerca de Correa. Su rival tiraba centros, remataba desde afuera y creaba sensación de peligro. El desgaste parecía hacer mella en algunas jugadoras.
Tras un impass en el partido por una lesión, Argentina tomó aire para seguir intentando lo que buscaba desde el inicio. Desde los pies de Stabile vinieron las más peligrosas del conjunto nacional. Su pegada en la pelota parada exigió primero a la arquera de la Azzurra y luego en otra casi Larroquette la mete de rebote.
Al equipo le hacían falta piernas nuevas y por ellos faltando 15 minutos, Portanova envió al campo a Yamila Rodríguez en lugar de Núñez, de buen partido.
Argentina estaba bien, revitalizado, pero aún así haciendo el partido de sus vida, a este nivel siempre está el riesgo latente.
Y a los 86, luego de una pérdida en salida por un taco fallido, llegó el centro desde la izquierda para que Girelli le gane en lo alto a Stabile y ponga el 1 a 0.
En el primer minuto de descuento ingresaron Dalila Ippolito y se produjo el debut de la cordobesa Paulina Gramaglia en la Copa del Mundo.
Argentina tuvo el empate desde un tiro libre de Bonsegundo, también desde algún centro, mientras que Italia gozó de espacios para liquidarlo de contra.
Un resultado muy doloroso, inmerecido y que hace le pone un escalón más al sueño de ganar y clasificar. Ahora, con poco descanso y mucho desgaste, la selección enfrentará a Sudáfrica el jueves 27 a las 21 en Dunedin.
