“No pienso en el Mundial 2026 todavía, está lejos. Sí pienso en la Copa América (2024), es un objetivo llegar bien a la Copa América que se jugará en Estados Unidos. Va a estar lindo, ya pasamos la del Centenario, que fue muy linda, disfrutamos el proceso. Después de la Copa América se verá, depende de cómo me encuentre. El tiempo pasa para todos y hay que ver cómo me voy sintiendo. Iré viendo el día a día”.
Las interpretaciones estarán a la orden del día después de escuchar estas declaraciones de Lionel Messi en la entrevista que durante la semana pasada le dio al conductor Migue Granados, una charla descontracturada en la cual “Leo” habló de todo y que fue seguida por unos 320.000 usuarios en la canal de YouTube “Olga”.
El capitán del seleccionado argentino volvió a poner en palabras cómo está disfrutando de esta nueva etapa de su vida en Miami, donde cada vez está más claro que eligió (y se encarga de reiterarlo) este destino estadounidense en busca de más calma y de priorizar otros aspectos trascendentes, como por ejemplo estar más cerca de su familia. En especial después de un paso turbulento por el Paris Sain-Germain, donde sin dudas la pasó mal o al menos peor de lo que se imaginaba. Y, fiel a su estilo, calmo, lejos de cualquier polémica, también lo dijo con todas las letras.
Pero al mismo tiempo, quedó claro que el gen competitivo y la responsabilidad del mejor jugador del mundo están más que intactos. “Trabajo de lo que me gusta”, afirmó, palabras más palabras menos. Y lo que le gusta es jugar al fútbol, algo que sigue haciendo de manera extraordinaria, con intervenciones determinantes ya sea con su nuevo club, Inter Miami, como con el seleccionado nacional.
Y ahí hay que retomar aquella afirmación respecto a su futuro con la celeste y blanca. La convicción de que mientras siga jugando en forma profesional será parte de la selección se funda en ese “después de la Copa América se verá, depende de cómo me encuentre. El tiempo pasa para todos y hay que ver cómo me voy sintiendo. Iré viendo el día a día”.
Sin dudas que estas molestias físicas que lo marginaron del partido con Bolivia en La Paz, de uno con Miami y lo obligaron a salir el miércoles pasado y a estar ausente hoy en juegos por la MLS son señales que abren interrogantes. Pero todo lo demás, su pasión por el fútbol, su amor por la selección, su compromiso con la causa albiceleste y la seguridad que esté donde esté en el plantel que integre será fundamental dan que pensar y llevan a entusiasmarse con ese “iré viendo día a día”. Y es muy probable que ese día a día, más allá de los 39 años que tendrá cuando se juegue el Mundial 2026, lo acerquen a su sexta Copa del Mundo.
