Deportivo Riestra lleva adelante su pretemporada de cara al próximo Torneo Clausura, eligiendo la costa atlántica, específicamente la ciudad de Pinamar, como escenario para su exigente preparación física.
Lejos de los horarios convencionales, el equipo está inmerso en un régimen de entrenamientos que desafía lo habitual, con múltiples turnos que se extienden desde las primeras horas de la madrugada. El objetivo es claro: alcanzar el máximo rendimiento para los desafíos venideros.
La jornada de los jugadores comienza de manera sorprendente y poco común. A las 3:15 de la madrugada, los deportistas ya están recibiendo una infusión, para luego, a las 3:30, dar inicio al entrenamiento de campo.


Tras una hora de intenso trabajo, disfrutan de un breve descanso a las 4:30. Pero la actividad no cesa. A las 6:45, otra infusión precede la sesión de gimnasio, que arranca puntualmente a las 7:00. El merecido desayuno llega a las 8:15, seguido de un período de descanso hasta las 10:30, cuando se retoma el entrenamiento. El almuerzo a las 12:30 y un descanso posterior a las 13:15 completan la primera mitad del día.
La tarde tampoco da tregua, manteniendo el ritmo de doble turno. A las 16:30, los jugadores vuelven a la carga con otra sesión de entrenamiento. A las 17:20, la pileta ofrece un espacio para la recuperación o el trabajo complementario, antes de la merienda a las 17:45.
La intensa jornada concluye con la cena a las 20:30, y finalmente, a las 21:30, llega el merecido descanso nocturno.
Este esquema de entrenamientos en horarios de madrugada y con una cadencia tan exigente subraya la profunda dedicación con la que Deportivo Riestra se prepara para afrontar el Torneo Clausura.