No fue una noche más para todo Matienzo de Monte Buey. Aproximadamente mil personas acompañaron la presentación del primer equipo ante Talleres, que lo venció por 3 a 1 y lo eliminó de la Copa Córdoba. La derrota era posible, aunque la esperanza de cruzar a semifinales vivió un largo rato para el tircolor. Sin embargo, en el corazón de Matienzo se guardará para siempre la historia de la hinchada monteboyense que recorrió los 260 kilómetros de ida y vuelta, como si la instancia de cuartos de final de la Copa Córdoba hubiera sido la final de un Mundial.
Hubo familias completas, grandes y chicos, padres y madres, hijos e hijas, sobrinos y sobrinas, primos y primas, estudiantes...monteboyenses. El club y el pueblo. Todos y todas vibraron en serio. Todo el día y la noche. Desde que despidieron al plantel hasta que volvieron a la madrugada.
Arrancó siendo un mano a mano entre las imágenes del colectivo que los jugadores subían a sus redes con escudos y banderas del tricolor y las que devolvía los hinchas que iban en viaje.
Fue tremendo.
Desde que todos los monteboyenses pusieron un pie en la Boutique de barrio Jardín hasta emprender la retirada. Las paredes y murales de tipos que hicieron historia y la cancha, con ese césped hermoso. Nombres en letras de molde como los de Daniel Valencia, Daniel Willington, Luis Ludueña, José Omar Reinaldi y tantos otros, de la historia de Talleres y del fútbol de Córdoba.
Era y fue histórico en serio. Se hizo una camiseta especial que decía en el pecho: “29/10/2025, Estadio La Boutique, Copa Córdoba”.
Jorgelina Cepeda, Víctor Chias, Lucía Nardón, Eduardo Gauna, Nelson Nocelli, Oriana Ubaldi y Evangelina Vilches cumplieron años y el tricolor les dio el saludo por sus redes.
La nostaglia que sintieron Román Strada y...Juan Pablo Compagnucci, de 38 años ambos. El capitán que pasó por 2011 y 2012 por la “T” que vivía en la tercera categoría del fútbol argentino y el defensor que surgió desde el semillero albiazul, con pasado en B Nacional. Ayer siendo símbolos.
Matienzo le hizo partido a Talleres. A ese mix que armó Egidio Acuña entre los pibes de cuarta división y de la Liga Cordobesa, festejaron el 1-1 parcial de Lucas Seimandi. Fue en el arco de la calle Lawson donde estaban los mil hinchas de Monte Buey. El delantero se subió al alambrado y lo gritó como loco. No era una emoción de todos los días.
Dispararon el sueño de quebrar la igualdad o ganar en los penales hasta que Alvarez y Cuitiño llevaron a Talleres al 3 a 1 en los 10 minutos finales.
“La verdad, se pasaron. Fue increíble lo de la gente. Fue todo una fiesta. Fue mi vieja, mi hermana, mi mujer y mis hijos y amigos. No nos acompañó el resultado, pero nos quedan la Liga y el Regional Federal Amateur”, sostuvo Strada.
A “Compa” se le hizo un nudo en la garganta porque fue jugador de inferiores albiazules. Pasó por la “T”, en serio. Talleres también fue paso de Gabriel, hoy referente de Belgrano y quien le dio me gusta a una de las publicaciones de Matienzo.
¿Qué habrá significado para Seimandi lo vivido? Cuanto vale lo vivido. El gol, la emoción de gritarlo en ese templo y de cara a la familia monteboyense. Impagable.
“Orgulloso de jugadores, Cuerpo Técnico, Dirigentes y obvio la gente que siempre acompaña!! Se dejó el como siempre!! Nada por reprochar!! A seguir”, decía Oscar Paulucci y en ese posteo quedó resumido el sentir de todo Matienzo.
Pasó el partido, quedó el viaje a Córdoba y lo vivido en la Boutique. Historias de la Copa Córdoba.
