El fútbol paraguayo volvió a sonreír. Después de 16 largos años de ausencia, la Albirroja logró este jueves el pasaje al Mundial 2026, que se jugará en México, Estados Unidos y Canadá, tras empatar sin goles frente a Ecuador en un Defensores del Chaco colmado. La igualdad fue suficiente para que el equipo dirigido por Gustavo Alfaro sellara su regreso a la máxima cita del fútbol, algo que no conseguía desde Sudáfrica 2010.
El encuentro, correspondiente a la penúltima fecha de las Eliminatorias sudamericanas, tuvo todos los condimentos de una final. El estadio asunceno fue una caldera, con más de 40 mil hinchas que no pararon de alentar, conscientes de que la noche podía marcar un antes y un después. Y así fue.
Un equipo con sello argentino
La clasificación lleva la firma de Gustavo Alfaro, técnico argentino que asumió hace poco más de un año y que logró rearmar una selección golpeada por años de frustraciones. Alfaro, que ya había clasificado a Ecuador a Qatar 2022, volvió a mostrar su capacidad para potenciar equipos en contextos difíciles.
“Yo no vine acá solamente para ir a un Mundial. Vine porque quiero competir y pelear por lo máximo”, declaró el DT tras el partido, dejando en claro que el objetivo no es solo participar, sino intentar que Paraguay vuelva a ser protagonista.
Dentro del campo, la figura fue Ramón Sosa, el volante ofensivo de Talleres de Córdoba, que se mostró imparable con su velocidad y gambeta. A los 15 minutos tuvo la chance más clara del partido, pero se topó con el arquero Hernán Galíndez, que evitó el gol con una atajada notable.
El rival de turno, Ecuador, llegó a Asunción ya clasificado y con la tranquilidad que le dio un muy buen camino en la Eliminatoria. Su entrenador, el argentino Sebastián Beccacece, aprovechó para darle minutos a varios jóvenes, entre ellos la joya Kendry Páez, de apenas 18 años, aunque el chico no pudo desplegar todo su talento en un contexto de máxima exigencia.
La “Tri” volvió a mostrar solidez defensiva, pero su déficit ofensivo quedó en evidencia una vez más. Apenas inquietó a Roberto “Gatito” Fernández, arquero paraguayo que respondió con seguridad cada vez que fue exigido.
El clima de final en Asunción
En el segundo tiempo, la Albirroja, empujada por su gente, buscó con insistencia el gol de la victoria. Antonio Sanabria y Andrés Cubas estuvieron cerca de romper el cero, pero primero Galíndez y luego el travesaño evitaron el festejo. Con el correr de los minutos, la tensión se trasladó a los jugadores y el árbitro brasileño Raphael Claus debió frenar el juego en varias ocasiones para calmar los ánimos.
El 0-0 se mantuvo hasta el final, pero lejos de ser un resultado amargo, desató la locura en las tribunas. El pitazo final fue el inicio de la fiesta: los jugadores se abrazaron en el césped, los hinchas explotaron con cánticos y fuegos artificiales iluminaron el cielo de Asunción.
Un país de fiesta
La clasificación significó mucho más que un resultado deportivo. El presidente Santiago Peña decretó feriado nacional y lo celebró con un emotivo mensaje en redes sociales: “Hay chicos que nunca vieron a la Albirroja en una Copa del Mundo. Gracias a los jugadores, al cuerpo técnico y a los hinchas que nunca dejaron de alentar. Hoy celebramos unidos con orgullo”.
El dato no es menor: Paraguay había disputado cuatro Mundiales consecutivos (México 1986, Francia 1998, Corea-Japón 2002 y Alemania 2006) antes de alcanzar su mejor actuación en Sudáfrica 2010, donde llegó a los cuartos de final y cayó ajustadamente ante España, luego campeona del mundo. Desde entonces, había quedado al margen de las ediciones de Brasil 2014, Rusia 2018 y Qatar 2022.
Con este empate, Paraguay alcanzó los 25 puntos y se ubica sexto en la tabla de las Eliminatorias, mientras que Ecuador suma 26 y descendió temporalmente al cuarto puesto. Más allá de la ubicación, lo que se festeja en Asunción es la certeza de volver a estar entre los mejores del mundo.
El desafío que viene será mayúsculo: prepararse para una Copa del Mundo que, por primera vez, tendrá 48 selecciones y un formato extendido. Alfaro ya avisó que no se conforma con el boleto y que la ilusión es grande.
El regreso de la Albirroja
El fútbol paraguayo, de rica tradición y de jugadores históricos como Chilavert, Gamarra, Santa Cruz o Cardozo, vuelve a escena. La nueva camada, con Sosa como estandarte, promete dar pelea y recuperar la identidad de un país que respira fútbol.
La fiesta recién empieza. Paraguay está de vuelta en el mapa mundialista y lo celebra como lo que es: un logro histórico.