Alta Córdoba se sacude con la llegada inminente de Jhon Emerson Córdoba, el extremo colombiano de 24 años que está a punto de convertirse en refuerzo de Instituto. No se trata solo de una incorporación con proyección: es una que marca un antes y un después en la rica historia del club.
Por primera vez desde su fundación en 1918, La Gloria sumará a un futbolista nacido en Colombia. Un país que le ha dado mucho al fútbol argentino, pero que nunca había estado representado en el césped del Monumental de Alta Córdoba.
La llegada del atacante, proveniente de Millonarios de Bogotá, se daría en condición de préstamo por 12 meses, con opción de extenderlo por seis meses más y una cláusula de compra definitiva.
Córdoba disputó 48 partidos con el elenco colombiano, y su nombre sonó en el radar de clubes como Vélez, Boca Juniors e incluso equipos del exterior. Sin embargo, eligió Instituto. Y eso no pasó inadvertido.
El colombiano se sumará en las próximas horas a los entrenamientos y, si todo va bien con la revisión médica, será presentado oficialmente esta semana.
Una historia con acento extranjero
A lo largo de los años, Instituto supo tener jugadores de distintos países sudamericanos: uruguayos, bolivianos, paraguayos y chilenos, entre otros. También hubo casos más exóticos, como el del mejicano Rergis Borja o el ecuatoriano Djorkaeff Reasco, cuyo paso por el club fue fugaz.
Pero hay antecedentes todavía más llamativos. En 1933, con el fútbol cordobés dando sus primeros pasos en el profesionalismo, el club de Alta Córdoba sorprendió contratando a Lance Richardson, arquero inglés que había sido figura del Manchester United y que llegó con el cartel de “pase récord” en su país. Aunque su paso no fue largo, quedó en la memoria como uno de los primeros grandes nombres internacionales que se calzó la albirroja.

Otro capítulo inolvidable fue el del polaco Leszek Przybylowski, que jugó entre 1972 y 1976 y compartió plantel nada menos que con Mario Kempes y Osvaldo Ardiles, dos símbolos eternos del fútbol argentino.
Ahora, la historia se reescribe con acento colombiano. Porque lo de Jhon Córdoba no es solo un refuerzo: es una señal. Una apertura.
Un fichaje que rompe fronteras
Córdoba llega con hambre y con una mochila cargada de expectativa. En un equipo que busca consolidarse en la Liga Profesional y volver a pisar fuerte en el fútbol argentino, su figura promete ser desequilibrante por fuera y una amenaza constante en transición.
Y mientras en Alta Córdoba ya se imaginan a toda velocidad ese ida y vuelta por la banda, en las redes los hinchas lo celebran como una conquista.
Porque si alguna vez el inglés Lance Richardson fue noticia por atajar con gorra de visera y si Przybylowski dejó huella al lado del Matador, ahora es el turno de Jhon Córdoba, el refuerzo que el manager Federico Bessone sacó de la galera a pocos días del debut ante Gimnasia en La Plata.