Talleres recibió a Huracán en el estadio Mario Alberto Kempes por la segunda fecha de la Copa de la Liga y hubo una multitud. Y eso que no son tiempos fáciles...
La difícil situación económica que atraviesa el país no da tregua, pero el fútbol sigue. La cuota societaria aumenta, pero el amor de los hinchas por su club nunca cesa.
Muchos se la rebuscan, reducen sus gastos y sus “gustos” para poder tener su lugar en la cancha. Los hinchas de Talleres no son la excepción.
“Siempre buscamos hasta la última moneda pero venimos todos a la cancha. Con lo que sea se paga el carnet de socio”, dijo Gonzalo Bustos.
“En este tiempo, venir a la cancha para mi es un cable a tierra. Cuando uno viene acá se olvida de los problemas de la semana, por más que el lunes empiece toda la rutina de vuelta. Son horas que compartís con tus amigos y te olvidas de todo”, explicó Osvaldo Ponce.
“Venir a la cancha es venir a despejarme de todo. Es una terapia, donde me olvido de todo lo malo y paso el rato con amigos”, sostuvo Martina Sánchez.
“La cuota nos aumentó, pero Talleres es esto: gente que viene a llorar, a putear, a reirse, a amar, a alentar a Talleres”, precisó otro de los hinchas presente en la previa del encuentro.
Esos testimonios y varios más en el siguiente video de Mundo D desde las afueras del Kempes.
Padre e hijo y su primera vez en la cancha
Y si se trata de emocionarse por ir a la cancha, una de las historias más conmovedoras de la noche fue la de Leonardo y Tobías Bittoco, padre e hijo que viven en Arroyito, en el interior de Córdoba.
El partido contra Huracán fue el primero que ambos pueden verlo desde la cancha. Según explicó Leonardo a La Voz, nunca habían podido alentar a su equipo desde el estadio por cuestiones económicas.
“Es la primera vez que me puedo hacer socio porque por mi situación económica nunca podíamos. Gracias a Dios pudimos salir de esta situación”, dijo Leonardo entre lágrimas.
“Compartir esta alegría con mi hijo es lo más grande que hay”, sostuvo el hincha albiazul, quien además destacó que espera poder traer al resto de su familia en algún otro partido.
Por su parte, su hijo Tobías, estaba tan exaltado como su padre. Su sonrisa iba de oreja a oreja y sus ojos brillosos iban de un lado a otro. “Es la primera vez que estamos acá”, indicó.
Además, dijo que Rodrigo Garro es su ídolo, que le “encantaría tener una camiseta suya” y que desea “verlo algún día en persona”.
