Instituto desplegó ayer en Sarandí todo su “arsenal” para llevarse a Córdoba tres puntos que valen mucho más que eso. La Gloria ganó 1-0 en un su debut en la Copa de la Liga y quedó más cerca de la zona de clasificación a la Sudamericana que de la parte roja de la tabla entre los que pelean el descenso.
Pero está claro que más allá de lo que marcan los números la prioridad para el Albirrojo sigue siendo el poder consolidarse en Primera División. Y si al final consigue este objetivo mucho tendrán que ver los seis puntos conseguidos en Sarandí durante este último tiempo.
El conjunto de Diego Dabove ayer tenía el desafío de mejorar la imagen dejada en Santa Fe por Copa Argentina y lo logró. El equipo dio una rápida vuelta de página luego del tropiezo contra Huracán y más allá del triunfo mostró algunas cuestiones interesantes de cara al futuro.
Si bien está claro Arsenal es el peor del grado y que no se van a presentar muchos partidos tan “ganables” como este, la Gloria cumplió con lo que le mandaba el libreto.
En un primer tiempo en el cual no había pasado demasiado aprovechó su primera chance clara para ponerse arriba en el marcador. El paraguayo Franco, de buen partido, generó una falta cerca del córner que derivó en el tiro libre del gol: centro de Lodico y cabezazo de Martínez para poner el 1 a 0.
“Maravilla” cabeceó llamativamente solo ante un Medina que no salió y cuando quiso reaccionar ya tenía la pelota adentro de su arco.
Antes de eso Arsenal había tenido el primero pero el lateral Rodríguez lo cruzó a tiempo a Londoño.
Con el resultado a favor, Instituto comenzó a manejar mejor los tiempos del partido apoyado en la solvencia de Roberto Bochi y del debutante Aued, que se adueñaron del medio campo.
El local acusó el golpe del gol de “Maravilla” y si bien intentó reaccionar rápido nunca volvió a poner a Roffo en aprietos en la primera etapa.
Hizo su negocio
Si bien el 1-0 era un resultado apretado, Instituto no hizo locuras para ir en busca del segundo. Aun sabiendo que si atacaba a fondo podía aumentar la ventaja y liquidar antes de tiempo el encuentro, optó por acomodarse bien atrás y “revolear” para arriba cuanta pelota anduviese cerca del arco de Roffo.
Esa cuestión se conjugó con las limitaciones de Arsenal para que la Gloria no sufra como en otros partidos.
Apenas un cabezazo de Facundo Pons bien resuelto por Roffo fue lo único con que el local llevó real peligro al arco Albirrojo.
Antes y después, no pasó mucho más. El partido se hizo chato, la pelota le “quemaba” a más de uno e Instituto no se desesperó por proponer algo distinto. El 1 a 0 le cerraba por todos lados y apostó por eso.
Con los ingresos de Cuello y Santiago Rodríguez generó algunas chances para marcar el 2-0 pero Lodico remató “mordido” en primera instancia y luego “Santi” pecó de egoísta y dilapidó una contra clara.
Sobre el final la Gloria buscó que el partido transcurra lentamente viendo como a Arsenal no se le caía una sola idea para llevarse un empate que tampoco hubiera merecido. Instituto tenía que ganar y lo hizo.
Y si en Alta Córdoba se festejó a lo grande esta victoria es porque al Albirrojo le costó muchos años recuperar su lugar en Primera. Y un triunfo como el de ayer es un envión tremendo para consolidar ese objetivo tan buscado. Luego podrán venir cosas aún mejores.
