No fue en Alta Córdoba pero fue parecido a lo que ya se vio desde el regreso de Instituto a Primera División: River siempre es River. En el Monumental o en el Kempes. Con menos o más figuras, con un mejor o peor momento, con o sin Gallardo.
“Con River no podes tener desatenciones, porque River es River”, había anunciado Daniel Oldrá, técnico de Instituto y ex jugador del Millonario.
Y lo que se vio en el estadio Mario Kempes fue eso: un Instituto que peleó hasta donde le dio el cuero y el cuerpo ante un River que impuso su jerarquía en un estadio que estuvo 50-50, con la presencia de los visitantes.
El 0-4 en el marcador molesta y duele, pero reflejan las distancias que hay entre uno y otro plantel.
Facundo Colidio, Santiago Lencina (por dos) y Giuliano Galoppo marcaron para la visita.
La Gloria las disimuló mientras pudo en un primer tiempo que estuvo casi 40 minutos 0-0.
Hasta ahí, hubo un partido. La Gloria no pudo aprovechar la chance más clara que generó y luego River se vino con una ráfaga donde cacheteó al Albirrojo.
Pasó el triunfo inicial en La Plata ante Gimnasia que trajo ilusión y ahora esta derrota quizá esperable ante el River de los millones.
Ahora vendrá Vélez, el próximo sábado a las 19 en Liniers.
Y la Gloria no tiene tiempo de bajones. Deberá levantarse y volver a pelear, porque se viene otro cotejo de gran dificultad.
En el mejor momento, Instituto
Instituto tuvo un inició de partido que ilusionó. Jugando con el cuchillo entre los dientes y al ritmo de lo que pedía un partido tan importante.
Presionó alto al equipo de Gallardo y recuperaba pelotas cerca de Armani. El Albirrojo era un equipo combativo, que buscaba incomodar al Millonario.
Todavía no se había armado la cosa cuando la mitad del estadio pidió un penal sobre Alex Luna, que Luis Lobo Medina ignoró y dejó dudas.
El cotejo era parejo y disputado en ese inicio, con un Instituto bien plantado, a la altura de las circunstancias.
Pero River tiene jerarquía y, a los 12, Colidio quedó cara a cara con Roffo.
El arquero de la Gloria sacó un “bochón” que dejó todo 0-0. Fue un aviso de que no se podían cometer errores ni tener distracciones.
A Instituto el costaba arrimarse a Armani y así se fueron los primeros 25 minutos, con un rival que se iba adueñando de la pelota.
A los 29, otra vez Colidio tuvo una chance muy clara, pero su remate se fue por arriba del travesaño.
Antes del cierre del primer tiempo la Gloria otra vez tuvo otro envión empujado por su gente.
Y tras una patriada de Puebla y un centro atrás de Cordero, le sacaron el gol de las narices a Luna.
Fue un buen pasaje del equipo de Oldrá, que emparejó con sus armas y se animó a hacerle daño al equipo de Gallardo.
Y justo ahí, River encontró un gol de Colidio tras un rebote en un defensor que descolocó a Roffo.
En el mejor momento del Albirrojo, y sobre el cierre del primer tiempo, su rival encontraba el 1-0. Y sí, daba bronca.
Fue una ráfaga. Porque la Gloria fue a buscar rápidamente el empate y River volvió a golpear.
Una jugada colectiva lo dejó al pibe Lencina contra Roffo. Y fue el 2-0.
Oldrá metió mano
Con la desventaja del 2-0, el DT de Instituto pateó el tablero y metió dos delanteros para el complemento.
Ingresó el uruguayo Matías Fonseca y el paraguayo Manuel Romero (hizo su debut), en lugar de Lodico y Cordero.
Además, Franco Díaz se metió en el medio en lugar de Moreyra. Había que ir para adelante para lograr un rápido descuento.
Pero pasó lo que iba a pasar. En otro contragolpe, River se puso 3-0 en una diferencia ya muy grande.
Para completar la noche complicada, Mac Allister saldría expulsado.
Instituto sólo esperaba que la noche terminara, con la menor diferencia posible.
Pero Galoppo metió el 4-0 para completar.
River fue River en el Kempes y la derrota claro que duele.
Sólo quedará pensar en dar vuelta la página y mirar hacia Vélez.