La pelota paró, pero en Alta Córdoba nadie descansa. Instituto ya piensa en el Torneo Clausura y el cuerpo técnico, encabezado por Daniel Oldrá, empezó a mover fichas para reforzar el plantel. Eso sí: que nadie se ilusione ya con anuncios rimbombantes ni con una ráfaga de incorporaciones. El mercado está verde, y habrá que armarse de paciencia.
El propio Oldrá dejó en claro que busca cerca de seis refuerzos. No es un número cerrado, sino un ideal sujeto a cómo se mueva la puerta de salida. Las prioridades son claras: un “9” que haga diferencia en el área rival y variantes para el mediocampo, donde el equipo mostró altibajos en el Apertura.
Por ahora, los contactos fueron muchos pero los avances pocos. Lo que sí sabe es que el DT ya charló personalmente con jugadores de nombre como Silvio Romero, Damián Batallini y Francesco Lo Celso. A los tres les explicó que no serán prioridad. En el mismo grupo está Matías Godoy, con quien aún no hubo charla frontal, aunque se espera que lo haga cuando el plantel vuelva al ruedo, el lunes 27 de mayo.
En el medio, el manager Federico Bessone hace malabares para buscar lo que el equipo necesita. La Gloria no va a tirar la casa por la ventana. Apelará a la fórmula de los últimos tiempos: apostar con inteligencia, elegir con lupa y moverse con lo que hay.
El foco está puesto en encontrar un delantero centro con capacidad goleadora. Es el deseo de Oldrá y el esfuerzo económico del club irá orientado hacia ahí. Pero el mercado viene frío, lento, atado. Hay muchos clubes aún en competencia, y la mayoría de los jugadores con contrato vigente. Por eso, la danza de nombres va a llevar tiempo. Y sí: otra vez, paciencia.
Por ahora, no hay anuncios ni caras nuevas. Pero eso no significa que no haya trabajo. Todo lo contrario: se están evaluando perfiles, preguntando condiciones y esperando que el mercado se abra en serio.
Mientras tanto, el hincha deberá aguantar la ansiedad y confiar en el plan que coordina Bessone. Porque este Instituto, que logró asentarse en la máxima categoría, ahora quiere más. Pero sin apurarse, sin equivocarse.