El presidente de la Fifa, Gianni Infantino, se sumó este jueves a las voces de repudio por los gravísimos incidentes ocurridos en el estadio Libertadores de América durante el partido de Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile, que terminó suspendido por los hechos de violencia.
Infantino manifestó su condena absoluta a lo sucedido en Avellaneda y remarcó que el fútbol “no tiene espacio para la barbarie”.
El dirigente puso el acento en la necesidad de proteger a jugadores, árbitros, hinchas y trabajadores que forman parte de cada encuentro. “Todos deben poder disfrutar del espectáculo sin temor por su integridad”, sostuvo en un mensaje difundido en redes sociales.
El titular de la Fifa también pidió que lo ocurrido no quede impune y reclamó que se avance en sanciones ejemplificadoras contra quienes resulten responsables. “El fútbol es pasión y encuentro, nunca violencia. Lo que vimos anoche es inaceptable”, enfatizó.
Los disturbios dejaron un saldo de más de un centenar de detenidos y al menos 22 heridos, dos de ellos de gravedad. La violencia se desató en la tribuna visitante, donde un grupo de hinchas chilenos arrojó butacas y escombros hacia la platea inferior. La situación derivó en corridas y en una invasión de la barra local, lo que generó escenas de extrema tensión y obligó a suspender el partido en el segundo tiempo.
Para Infantino, este episodio debe servir como un punto de inflexión: “El fútbol tiene que unir, no dividir. Y cuando la violencia gana la cancha, hay que responder con firmeza”, remarcó.
El mensaje del máximo dirigente mundial del fútbol se suma al de la Conmebol y la CBF, que también repudiaron los hechos. La Comisión Disciplinaria de la Confederación Sudamericana de Fútbol será la encargada de definir los pasos a seguir respecto de la continuidad de la serie y las eventuales sanciones deportivas.