Talleres cayó este martes 2 a 0 ante Libertad de Paraguay por la segunda fecha de la Copa Libertadores 2025.
Fue también el segundo partido de Pablo Guiñazú como DT interino de Talleres.
“Libertad es un equipo copero, que tiene grandes jugadores. En el trascurso del partido fue parejo. Me voy con una sensación rara. En el segundo tiempo tuvimos más posibilidades de lastimarlos de otra manera. Me voy conforme pero triste por el resultado. Nos queríamos llevar algo. Voy a felicitar a mis muchachos, porque entregaron todo e intentaron. Fueron hasta el final. Me llevo muchas cosas positivas, sobre todo la entrega del equipo e intentar jugar”, expresó “el Cholo”.
“Con los jugadores me gusta hablar y los felicité. Yo sé que en este momento no escuchan nada, porque cuando perdés no escuchas a nadie. Esto deja enseñanzas. Hay que tratar de ser más efectivos. Es toda responsabilidad mía. Hay que seguir, no queda otra. Si este que hoy está al frente mañana no está, los chicos entregaron todo. Aprovecho para agradecer estos cinco días, que se vive una energía terrible adentro del grupo. Me da tristeza porque es una competencia donde hay que respetar mucho y de seis puntos tenemos cero. Las chances se achican y hay que tener mucho coraje para intentar revertir. Se vienen otros compromisos y hay que recuperar a estos guerreros, porque tuvimos dos partidos en tres días”, agregó.

“Yo no sé si mañana estaré o no. Manifiesto la felicidad de estar con ellos. Estos chicos me hacen muy feliz y me apasiona. Y después del partido de hoy, más que abrazarlos y agradecerles no puedo decirles otra cosa. Son momentos, hay grandísimos jugadores, delanteros, definidores. Y creéme que cuando el arco se cierra, se cierra. Hay que pasar el momento, si no es Guiñazú será otro para que los chicos se descompriman. Esto es fútbol y estoy a muerte con los jugadores”, dijo Guiñazú.
Sobre la vuelta a Libertad, donde jugó, expresó: “Cada vez que vengo acá lo siento mi casa. Me da felicidad que no deje crecer. Contra el ‘Patito’, (DT rival) hemos compartido batallas. Tenerlo a Lucas acá (su hijo), que haya estado convocado con 18 años, es una alegría enorme y un orgullo. La felicidad fue enorme por ese lado, pero la bronca y la tristeza no me la saca nadie”.
“No estamos muertos, pero se achicó la chance. Me voy triste porque los chicos merecieron más”.