En la antesala de un partido clave para River en el Mundial de Clubes, Marcelo Gallardo dejó de lado las consultas sobre refuerzos y apuntó todos los cañones al choque del miércoles frente al Inter, que definirá el futuro del equipo en el torneo. El Muñeco evitó referirse a la posible llegada de Maximiliano Salas, quien está en la mira del club en el marco de las negociaciones con Racing, y puso el foco en el presente inmediato.
“Entiendo que quieran hablar del mercado, pero mañana nos jugamos una final y eso es lo más importante para nosotros en este momento. Después de nuestra participación, trataré de contestarles todas esas preguntas, pero enfoquémonos en el partido”, pidió Gallardo ante la insistencia de los periodistas.
Sobre el compromiso frente al conjunto europeo, el DT aseguró: “Tenemos que ser decisivos en las situaciones que podamos generar ante un equipo que tomará actitudes parecidas. Han marcado tendencia en Europa en los últimos años, pero este torneo no les ha sido fácil tampoco si vemos la tabla”.
Gallardo, además, destacó el nivel de su equipo hasta el momento: “El trabajo del equipo hasta acá ha sido bueno, nos marcaron un solo gol y en el último partido casi no nos llegaron. Mañana hay que estar en las mismas condiciones, defendiendo y atacando bien. Siempre es bueno conocer al rival, pero ante jugadores de muchísima jerarquía hay que prepararlo diferente porque en alguna decisión esa impronta puede aparecer y hay que estar precisos”.
El entrenador también se refirió al polémico criterio de desempate que rige en el certamen: “El reglamento estaba así y nadie había reparado en eso hasta que empezaron a aparecer algunas cosas. A futuro quizá lo puedan corregir, lo normal hubiera sido seguir con la reglamentación establecida”.
Por último, Gallardo no quiso dejar pasar la chance de reconocer a los hinchas que acompañan al plantel: “Me emocioné mucho porque en el primer partido había diez mil personas y estaba lejísimos. En Los Ángeles también estamos lejos y había más de 30 mil. Hay que sacarse el sombrero y reconocer lo que eso genera, el gasto económico que implica y tener que dejar tantas cosas. A mí me emociona”.