El fútbol es un deporte que entrelaza historias, y en el corazón de Argentino Peñarol, recientemente se vivió un momento cargado de emoción y reconocimiento.
En la previa de su último partido de local en “El Trampero”, el club rindió un merecido homenaje a Sebastián Troilo, un ex defensor de la “Peña” y figura clave en la historia del club.
Este acto no solo celebró su trayectoria individual, sino que también puso de manifiesto el profundo lazo de una familia con los colores rojo y verde, un amor que sigue pasando de generación en generación.


Sebastián Troilo defendió con orgullo la camiseta de Peñarol en importantes torneos de AFA. Fue protagonista en campañas históricas, destacándose especialmente en aquel memorable ascenso al Argentino B.
Su entrega y compromiso quedaron grabados en la memoria del club, que ahora, con orgullo, lo reconoció en su casa, entregándole la camiseta de sus amores. El reconocimiento fue una forma de honrar su tiempo como jugador, donde “Seba” fue una pieza fundamental para la institución.
La relevancia de este homenaje se amplifica al conocer el legado familiar. Sebastián es padre de Facundo y Mariano Troilo. Este último, Mariano Troilo, es actualmente jugador de Belgrano y fue recientemente convocado a la Selección Argentina, un motivo de orgullo que conecta aún más a la familia con el ámbito del fútbol nacional.
La imagen retro de Sebastián junto a sus hijos simboliza la continuidad de esta pasión y el traspaso del amor por la pelota.
Peñarol agradeció a “Seba” por su historia, su entrega y por seguir siendo parte fundamental de la familia “roja y verde”.
El club dejó en claro que “El Trampero siempre será su casa”, reafirmando el vínculo inquebrantable entre el jugador y la institución.