El mundo de Julián Vignolo cambió de ritmo. Hace no tanto, el delantero jugaba en inferiores en las canchas de nuestra liga y se tomaba algún que otro micro viejo rumbo a canchas de tierra.
Hoy, con 18 años, su nombre suena en Italia, en Buenos Aires… y ahora, en Francia. Sí, en Francia. Desde el Viejo Continente llegó una propuesta concreta que podría sacarlo de Racing de Nueva Italia en cuestión de días.
“Son horas decisivas. Nos llegó una propuesta de un club de Francia, tengo una reunión esta tarde. Hay chances que pueda ir a una institución de primera. Lo tenemos que definir esta semana”, le confesó Manuel Pérez, presidente de la Academia, a La Voz.
En la misma charla dejó claro que, si no hay acuerdo, Vignolo seguirá jugando en Racing. Pero la sensación es otra. El tren está por pasar. Y puede que lo suba.

El representante del jugador, Antonio “Pichi” Fauro, fue incluso más explícito días atrás. “Tanto el jugador como la familia quieren irse a Europa. Yo estoy para conseguirle opciones”, dijo en el programa Fanáticos de LVDOS.
Según su versión, hay sondeos de la Serie A italiana. Incluso reconoció que Racing de Avellaneda y Barracas Central lo quisieron en este mercado. “Pérez quiere que juegue en Barracas. La familia quiere Europa. Y Julián lo está pensando”, soltó.
En el último año Julián se ganó un lugar a fuerza de goles y diagonales punzantes. Hijo del fútbol de ascenso, criado en canchas del este cordobés, el pibe ahora está a un paso de hacer historia: podría convertirse en una de las ventas más importantes de la Academia.
Mientras tanto, en el predio René Gorreta, Vignolo entrena como si nada. Se lo ve suelto, metido. Como si no estuviera por cruzar el océano. Como si no le estuvieran tocando la puerta clubes que juegan en estadios con nombre impronunciable.
En Nueva Italia lo saben: el tren puede pasar una vez. Y si la oferta convence, la valija ya está lista. Porque los sueños, como los goles, también viajan sin escala.