“Nos vamos calientes, con bronca. Sabíamos que teníamos que ganar sí o sí hoy. Por ahí no arrancamos de la mejor manera en el primer tiempo… y en el segundo tiempo el equipo lo dio todo y con uno menos. Lamentablemente, nos quedamos afuera, pero nos vamos orgullosos de que el equipo dejó todo. Tenemos que repasar lo que se hizo mal y volver más fuertes para el torneo que viene. Somos esto”.
Matías Catalán hizo su descargo final sobre el 2-2 meritorio de Talleres ante Independiente, pero eliminatorio de la Copa de la Liga Profesional, cuando se había planteado cruzar a cuartos de final en el primero de los cinco torneos que se jugará en 2024.
“Cata” ponderó la reacción del equipo que llegó al empate tras ir perdiendo por 2 a 0 al término del primer tiempo y en inferioridad numérica por expulsión de Miguel Navarro, habló de “orgullo”, pero también fue autocrítico al hablar de lo que “se hizo mal”.
No hizo referencia hacia los jueces, el VAR, o la AFA de Tapia, por más que el equipo quedó condicionado por la permisividad de Nicolás Ramírez, el juez principal. “Cata” cerró la historia de la Copa de la Liga Profesional, le pidió disculpas a la gente y pasó a otro plano.
Ahora, el defensor y todo Talleres reabrirán el capítulo de la Copa Libertadores, torneo en el que el primer equipo marcha como líder del Grupo B, más tarde el de la Liga Profesional (arranca el 12/5 ante Independiente); luego, Copa Argentina y finalmente, el partido con River por la Supercopa Internacional.
“Dejamos todo”, dijo el defensor y nadie dudó en el Mundo Talleres.
Especial para Catalán y para Talleres
El jueves 25 de abril, la “T” visitará a Cobresal de Chile, en el estadio de Cobreloa, en el desierto de Atacama, por la tercera fecha del Grupo B del torneo continental. Más allá del triunfo que necesitará la “T” para seguir arriba en soledad e ir pensando en la clasificación a cuartos de final.
Ese partido será el número 100 de Catalán en Talleres ya que hasta ahora suma 99 con cuatro goles e igual cantidad de asistencias.
Catalán fue uno de los nombres de peso que llegó a Talleres, a principios de 2022. Andrés Fassi lo conoció de Pachuca, el club que dio nombre al grupo homónimo para comprar clubes por distintas latitudes y de que fue dueño hasta el año pasado. El lateral, quien ya tenía la nacionalidad chilena y argentina, venía de estar cuatro años en México en los que fue reconocido por ser uno de los jugadores más rápidos.
En 2020, el lateral de 29 años, alcanzó la velocidad de 36 kilómetros por hora, la cuarta más alta de ese torneo, no muy lejos del ecuatoriano Aníbal Chalá, del Toluca, que registró sprints de 36,8 kilómetros por hora. “¿El más rápido? Uno escucha, eso. Pero trato de no darle trascendencia. Prefiero no describirme. Soy un jugador que tiene más experiencia. Prefiero no describirme. En la cancha se verá. Soy feliz al estar de vuelta en el país”, comentó Catalán, cuando fue presentado en conferencia de prensa.
La Copa Libertadores, el mismo torneo que juega ahora como referente, fue el torneo que lo llevó a lugar de consideración en el Mundo Talleres y gracias a un imprevisto. Hasta ese momento, Talleres había arrancado mal el año, con un pésimo inicio en Copa de la Liga Profesional y un cambio de DT al cabo de cinco partidos.
El portugués Pedro Caixinha fue quien reemplazó a Ángel Hoyos y al interino Javier Gandolfi. El equipo jugaba mal y los refuerzos no andaban, Catalán incluido. Había silbidos y cuestionamientos al por mayor para todos. El portugués lo rescató ya que después de los cinco primeros partidos, Hoyos lo había mandado al banco.
Sin embargo, el 7de abril de 2022, el día del debut ante Universidad Católica, Talleres ganó en el marcador y “Cata” se reinventó. Ramiro González Hernández, también refuerzo como él, se lesionó a poco de comenzar el juego, Caixinha lo ubicó en la zaga e ingresó Gastón Benavídez al lateral.
Dentro de lo poco que pudo modificar sobre un equipo que venía mal en todos los aspectos, Caixinha encontró con ese movimiento una defensa titular para el torneo continental, y Catalán, un lugar para escribir otra historia en Talleres.
Rápido para cerrar, alternativa para salir jugando o habilitar con envíos largos y precisos o escalando. De arriba fue un león en ataque y en defensa. También pudo con algunas limitaciones en la marca, que ya traía siendo marcador de punta.
Nació un jugador de selección. Si bien ya tenía la ciudadanía, fue llamado para Chile y de ahí a hoy sólo faltó a las convocatorias cuando estuvo lesionado. A los 31 años, jugará la Copa América. Justamente hace un año, se dio su estreno con el entonces equipo de Eduardo Berizzo, y a una edad en la que muchos jugadores empiezan a declinar y el retiro se ve como algo no tan lejano.
“Cata” entró al final del partido amistoso con Paraguay, correspondiente a la fecha Fifa, el 28 de marzo de 2023, a una edad en la que muchos jugadores empiezan a declinar y ven al retiro como algo no tan lejano.
Lo llamativo es que en Chile siempre fue lateral.
Pocos días después, volvió a Talleres para abrir el camino al triunfo en el clásico ante Instituto con gol de cabeza. “Al debut lo esperaba hacía mucho tiempo. Sabía que en algún momento se iba a dar, así que estoy contento. Ante Instituto logré marcar y los más importante es que sirvió para ganar”, dijo el defensor cuya ficha fue adquirida por la “T” en forma completa.
Ese día hizo la letra “G” en alusión a su hija, Gema. “Fue para mi hija. Estoy feliz”, comentó el zaguero albiazul, que cerró una semana bárbara en la que Talleres cortó una racha de tres partidos sin ganar como habían sido las caídas ante Vélez y Banfield, más el empate con Defensa y Justicia.
“Cata” tiene sus desafíos. Es de los que más de una vez ha dicho que quiere ser campeón con Talleres, Fassi le tiene prometida una venta y se plantea jugar su primera Copa América y el Mundial 2026.
Sufrió en un Talleres que estaba con la rodilla en tierra para dar lo mejor.
