La leyenda filipina Manny Pacquiao hizo su esperado regreso al cuadrilátero casi cuatro años después de su última pelea. A sus 46 años, “PacMan” demostró que su habilidad no solo se mantiene intacta en el ring, sino que su magnetismo comercial sigue siendo una fuerza imparable en el mundo del boxeo.
Su combate contra el estadounidense Mario Barrios por el cetro mundial wélter del CMB, que concluyó en un controvertido empate por decisión dividida, fue mucho más que un evento deportivo; fue una confirmación de su inquebrantable poder económico.
Las ganancias de su retorno
La dimensión económica de esta pelea superó todas las expectativas. Pacquiao aseguró una bolsa base de 12 millones de dólares solo por presentarse al cuadrilátero. Sin embargo, esta cifra fue solo el punto de partida de sus percepciones. Gracias a los ingresos adicionales provenientes del pay-per-view (PPV) y la venta de boletos, las ganancias totales de Pacquiao por este combate se elevaron a un rango de 17 a 18 millones de dólares.
Cálculos optimistas sugieren que podría haber alcanzado incluso los 20 millones de dólares, una suma extraordinaria que subraya su capacidad única para atraer audiencias masivas y dinamizar la maquinaria comercial del deporte.
Su rival, Mario Barrios, también se benefició considerablemente al compartir cartel con la superestrella, obteniendo entre 500 mil y un millón de dólares como bolsa garantizada, con la posibilidad de llegar a los 2.5 millones de dólares tras los ingresos complementarios.
Hitos económicos en una carrera legendaria
El monto actual, aunque impresionante, pone en perspectiva la magnitud de sus ganancias a lo largo de su carrera, especialmente uno de sus mayores hitos económicos: la pelea contra Floyd Mayweather.
En su histórico enfrentamiento contra Floyd Mayweather en 2015, Manny Pacquiao embolsó aproximadamente 120 millones de dólares, estableciendo uno de los récords de ganancias más altos en la historia del pugilismo. Aunque la cifra de su regreso ante Barrios representa una fracción de aquel monto legendario, confirma que el asiático sigue siendo una de las pocas figuras capaces de transformar una pelea en un espectáculo de proporciones globales.
Esta vuelta no solo validó la vigencia deportiva de Pacquiao, sino que también ratificó su estatus como motor económico del boxeo mundial. A sus 46 años, el filipino continúa atrayendo a patrocinadores, cadenas televisivas y fanáticos de todos los continentes, demostrando que su influencia va más allá de los límites del cuadrilátero.
Un imperio de sus negocios
Con un patrimonio acumulado de aproximadamente 280 millones de dólares, proveniente de sus ganancias pugilísticas, contratos publicitarios y una serie de emprendimientos empresariales, Pacquiao ha logrado construir un verdadero imperio.
Este imperio incluye desde una promotora de boxeo hasta inversiones en criptomonedas, consolidándose como una de las figuras más influyentes y lucrativas en la historia del deporte. Su carrera es un testimonio no solo de su destreza atlética, sino también de su acumen para los negocios, manteniendo su relevancia y atractivo financiero en una industria altamente competitiva.