Godoy Cruz de Mendoza vivió este sábado uno de los días más dolorosos de su historia reciente.
El empate 1 a 1 frente a Deportivo Riestra, por la fecha 16 del Torneo Clausura de la Liga Profesional, sentenció su descenso a la Primera Nacional luego de 17 años consecutivos en la máxima categoría.
La permanencia del Tomba dependía de un milagro que finalmente no llegó: Aldosivi venció 4 a 2 a San Martín de San Juan y aseguró su continuidad, condenando así a ambos equipos cuyanos.
En el estadio de Godoy Cruz, el clima fue de profunda tristeza. Y una de las postales más crudas de la tarde la protagonizó Daniel Barrea, el delantero de 24 años formado en Belgrano, que fue titular y dejó la cancha visiblemente afectado. Tras ser reemplazado, no pudo contener el llanto y las cámaras captaron su dolor, reflejo del sentimiento general de plantel e hinchas.
Barrea disputó siete partidos en este Torneo Clausura y se había ganado un lugar en el equipo, pero el golpe deportivo fue demasiado fuerte para contener la emoción.
Ahora, Godoy Cruz deberá iniciar un nuevo proyecto para intentar regresar lo antes posible. Su descenso se da en un contexto llamativo para el fútbol mendocino: Independiente Rivadavia se consagró campeón de la Copa Argentina, mientras que Gimnasia y Esgrima de Mendoza logró el ascenso a Primera desde la Primera Nacional.
Una era se cierra para el Tomba, que comienza a planificar su futuro con la misión de renacer.
























