“El Palomo” Fernando Alarcón ha puesto la cara mil veces en las derrotas de Instituto. Siempre asumió esa responsabilidad de capitán. La de ser un referente del vestuario.
El hombre del gol del ascenso merecía como nadie tener la tarde feliz que tuvo la Gloria ante Talleres. Porque llegó la clasificación y también un enorme desahogo.
Alarcón no había tenido tampoco el mejor semestre y en el Kempes volvió a ser le “Palomo” de siempre: líder, referente, cortando todo por arriba y por abajo.
“Vinimos en busca de esto, queremos seguir haciendo historia con este club, seguir creciendo. El objetivo a corto plazo era entrar entre los ocho y gracias a Dios lo conseguimos. Hay que seguir haciendo historia y vamos por buen camino”, dijo Alarcón, de 30 años y jugador/símbolo del club.
“Tengo una felicidad enorme, es mucho desahogo también. No era poco lo que nos estábamos jugando. El día de mañana, esto se va a disfrutar por mucho tiempo. Hoy Instituto vino y se le plantó ante Talleres, lo ganamos, entramos dentro de los ocho, con toda la gente de ellos. No es poca cosa lo que conseguimos”, agregó el zaguero.
Su amarilla significó la quinta por lo que no podrá estar en el partido de octavos de final. Ese es quizá el único dolor de la tarde.

“Yo tengo una felicidad enorme como capitán, como líder de este grupo. Estoy feliz y espero que la gente esté disfrutando de esto, porque lo merecen. No fue un semestre fácil. Hoy fue algo que el de Arriba nos ayudó. Este grupo salió adelante cuando más lo necesitaba y somos justos ganadores”, completó el “Palomo”.
Instituto clasificó a octavos de final en una tarde para el recuerdo y Alarcón fue capitán con todas las letras del Albirrojo. Para el recuerdo.