En Argentina se respira fútbol, el deporte corre por las venas y no hay límites cuando se trata de pasión. Las Murciélagas, la selección argentina de fútbol femenino para personas no videntes, dio otra demostración de que el gen argentino está hecho con pasta de campeón.
Se consagraron ante Japón en Birmingham, Inglaterra, en el Mundial tras ganar la final 2 a 1. En un plantel lleno de cordobesas, y con cuerpo técnico también de estas tierras, este miércoles fueron recibidas como las heroínas que son.
El aeropuerto de la ciudad de Córdoba se empezó a colmar desde temprano con familiares, amigos, compañeros, medios y gente del deporte, que esperaban el arribo de Melisa Alejandra Flores, María Constanza Carrizo, Elena Quinteros, Gracia Sosa y Yohana Gabriela Aguilar, que con la medalla en su cuello llegaban desde Buenos Aires.
También llegaron Gonzalo Abbas Hachaché, el entrenador de Las Murcielagas, y su ayudante técnico, Santiago Jugo. La espera se hizo larga, la ansiedad se calmaba con algún cantito y los carteles abundaban. Se armó como una especia de cordón donde cada jugadora tenía un rinconcito con algún mensaje o foto de su familia.
Y llegó el momento de la salida por la puerta de arribos, que hizo explotar a los que se habían congregado. Al ritmo de “Dale campeón”, las jugadoras comenzaron a sonreír, a alzar las manos y a recibir los primeros abrazos. Y ahí empezaron también a caerse las primeras lágrimas.
Un baño de emoción invadió el lugar, nadie podía ocultar la felicidad y el orgullo que les generaba ver a ese grupo de mujeres con una medalla de campeonas del mundo, un grupo de mujeres que se animó a imaginar con los pies lo que no podía con sus ojos.
Y de la mano del DT Gonzalo, un referente del fútbol para ciegos en el país, fueron de a poco superando cada etapa para llegar al día de hoy, donde Argentina vuelve a ser campeona del mundo y lo hace por primera vez en la rama femenina.
“Fuimos a buscar el podio pero no nos imaginábamos que seríamos campeonas”, dijo Gracia Sosa, una de las cordobesas que fue figura de la Albiceleste. “Increíble el recibimiento. Antes de salir escuchábamos los gritos y nos queríamos volver, no queríamos ir”, contó con una sonrisa.
Y es que lo que vivieron en el aeropuerto no se lo olvidará nunca en la vida. Fue una recarga impresionante de energía, en forma de abrazos, besos, elogios y mucho cariño. Gracia Sosa fue levantada en los hombros de su hermano y recibió aplausos generalizados.
Gonzalo Abbas confesó que vienen soñando con esto desde el 2012. “No había ningún equipo en el mundo y en ese momento apostamos por las chicas. De a poco se fueron abriendo caminos, nos apoyaron y tuvimos la oportunidad de trabajar en el proceso de llegar a este Mundial. Habíamos estudiado a todos los rivales, en el cuerpo técnico miramos muchos videos. De a poco nos fuimos dando cuenta de que lo podíamos ganar, de que teníamos un juego diferente al resto”, aseguró.
“La final con Japón fue soñada. Nos habíamos enfrentado con Las Guerreras (equipo del Club Municipalidad) y nos habían goleado. Analizamos esos partidos, me quedaron grabados y trabajamos para ganarles la final del mundo. Japón fue con un equipo de trabajo de 30 personas, todo muy profesional. Nosotros éramos menos, pero la diferencia está en la sangre futbolera que corre por los argentinos. Nunca lo van a sentir como lo sentimos nosotros”, agregó el entrenador.
Y el broche de oro de una tarde inolvidable fue el video de otro campeón del mundo, de Julián Álvarez, que les envió a Las Murciélagas tras la consagración. Por unos segundos se hizo silencio y las jugadoras escucharon atentamente el mensaje. Hubo aplausos, celebración y reconocimiento tras las palabras del delantero de la selección que logró el título en Qatar.
Porque en Argentina el fútbol está en el aire, siempre encuentra intérpretes y la pelota está contenta cada vez que está en los pies de un jugador o jugadora de nuestras tierras. “Hicieron historia”, se pudo leer en algunos de los carteles. “Son un orgullo”, decía otro. Las Murciélagas hicieron todo eso y más. Pero no se quedan con eso, en dos años habrá otra Copa del Mundo y ellas irán con una estrella en el pecho a defender lo logrado.
El video del recibimiento a Las Murciélagas
Las fotos del recibimiento de Las Murciélagas
