Cristian Pavón salió del Mundo Talleres en 2014 cuando fue vendido a Boca, pero en realidad nunca terminó de irse. Los hinchas siempre soñaron con un regreso. Pero, con cada paso que dio y los contratos que fue conviniendo, se fue alejando cada vez más.
El presidente albiazul, Andrés Fassi, lo empezó a gestionar para lograr su regreso. Sobre todo después de que dejó la selección argentina (fue mundialista en 2018), aunque los contratos de la Liga estadouniudense (la MLS) y en el Atlético Mineiro siempre fueron inalcanzables para Talleres.
Ahora, “Kichán” volvió a ser noticia. Hace días, se instaló el rumor de que el juicio que Boca le inició a Talleres está a punto de tener el fallo y que eso implicaría la devolución de alrededor de 2,5 millones de dólares por la plusvalía que supo comprar por un pase que se iba a dar en más de los 50 millones de dólares. Y que nunca se dio.
Peor aún. “Kichán” quedó libre de Boca en 2022 y fichó para Atlético Mineiro.
“El caso no está a fallo y está en una instancia de alegatos. Que es anterior. No hay que adelantarse. Si fuera una sentencia en contra, se verá. Hay otras instancias. Talleres procedió bien”, se informó desde la directiva a La Voz.

El caso
“Kichán” fue adquirido por Boca en una cifra inicial de 1.300.000 dólares a mediados de 2014 (14 millones de pesos) y Talleres -en ese momento a cargo de coadministración entre el fideicomiso y el Fondo de Inversión ya que estaba quebrado- conservó una plusvalía del 25% en caso de una nueva venta. “Kichán” fue cedido a Colón de Santa Fe como parte del pago por el pase de Marcelo Meli. Y ascendió.
El DT de Boca por entonces, Rodolfo Arruabarrena, le solicitó al presidente boquense Daniel Angelici que lo repatriara y allí se inicio la “era Pavón en Boca”, que comprendió desde 2015 hasta 2021, con un año y medio de intervalo a préstamo en Los Ángeles Galaxy entre 2019 y 2020.
“Kichán” explotó, ganó títulos, fue de selección, fue al Mundial 2018. Su valor de mercado pasó de 18 a 30 millones.
En ese mercado de mediados de 2018, Boca le compró a Talleres al uruguayo Lucas Olaza, solicitado por el entrenador Guillermo Barros Schelotto. La “T”, que era presidido por Andrés Fassi, había vendido parte de la plusvalía por una futura venta de Pavón desde Boca al exterior.
Dentro de esa operación, el Xeneize cedió por un año a préstamo a Gonzalo Maroni y a Tomás Pochettino, mientras que desembolsó cerca de tres millones de dólares en concepto de “adelanto” de la transferencia de Pavón, que se daba por hecha y finalmente se cayó por completo en los mercados subsiguientes. Además de que el jugador no renovó contrato.
Tras la salida de Angelici de Boca, Jorge Amor Ameal fue electo presidente en 2020, Juan Román Riquelme resultó vice y se hizo una gran auditoría que se llamó “Así recibimos al club”. Y el caso de Pavón fue a juicio.
“Al arribar Cristian Pavón al club, en 2014, Boca y Talleres habían acordado una plusvalía en el caso de que el jugador fuera nuevamente transferido. Sin embargo, entre agosto y diciembre de 2018, sin justificación ni razones aparentes, se pagó a Talleres, por adelantado, la suma de 2.500.000 dólares, sin que la venta del jugador se haya concretado... La obligación no era exigible ya que, como quedó dicho, operaba solo en caso de una venta posterior. Un perjuicio patrimonial a Boca absolutamente injustificado”, completa el texto de la auditoría.
“Teníamos que seguir con el nivel de sustentabilidad que Talleres tiene, pagar a los jugadores que están llegando y hacer uso de opciones que vencen en este período. El ingreso económico es de envergadura, es una extraordinaria negociación, y nos permite un crecimiento patrimonial”, había dicho Fassi a La Voz.
Lo que perdió Talleres
Hasta ese diferendo, Talleres y Boca habían hecho 26 operaciones entre cesiones parciales, definitivas o a préstamo. A Talleres, por caso, llegaron jugadores para la Reserva.
Desde el juicio hasta hoy, cada vez que un club se interesó en un jugador del otro, siempre apareció “el caso Pavón” y la pretensión de Boca sobre la devolución del dinero.
Raúl Cascini, integrante del Consejo de Fútbol, habló antes de que Pavón quedara libre de Boca y dijo: “Si Pavón queda libre, después hay que arreglar alguna situación con Talleres. Talleres nos debería plata. Se le dio un dinero y eso lo maneja el departamento de legales del club”.
Luego, Fassi contestó: “Lo de Pavón está terminado hace mucho tiempo. Ese dinero adelantado fue parte de una negociación donde intervinieron cuatro jugadores más”.
Es más, tras un partido de 2021 con Talleres en el Kempes, la directiva de Boca dijo haber sido notificada por AFA de una supuesta mala inclusión del volante albiazul Diego García, a quien el DT Alexander Medina hizo ingresar en el complemento.
“Así piensa esta institución, en competir digna y lealmente, y como antes solicitamos aplazar 48 horas el partido, hoy le decimos a Talleres que se quede tranquilo. Que el partido empezó, terminó, hay un punto para Boca de la AFA por el que Boca puede pedir los puntos ante Talleres, por García. No pedimos ganar por escritorio. Le decimos que se quede tranquilo. No haremos pedido”, agregó Bermúdez.
La declaración tomó por sorpresa a los directivos de Talleres, ya que un día antes el propio Bermúdez había estado en la Boutique de barrio Jardín acompañando la presentación de la reserva xeneize ante su par albiazul, juntamente con otros miembros del consejo de fútbol xeneize, tales los casos de Rafael Cascini, de Marcelo Delgado y de Cristian Riquelme –hermano menor de Juan Román–.
Es más, recorrieron las instalaciones y notaron un gran cambio, ya que “el Mosquito” y “Chelo” recordaron cuando vinieron a entrenarse con el Boca de Carlos Bianchi en la previa a un partido con el primer equipo albiazul.
Talleres perdió “el” socio que había tenido hasta ese momento con Angelici de presidente xeneize. Le costó encontrar sustituto. Quizás sea River, el que más se acercó, con un puñado de operaciones.
Boca perdió un aliado importante, pero le costó menos su relevo.
