El 2025 de Boca quedó marcado como uno de los años más flojos de su historia reciente y la derrota ante Racing no hizo más que confirmar un ciclo para el olvido. La eliminación prematura en la Copa Libertadores, el Superclásico perdido en el Monumental que derivó en la salida de Fernando Gago, la caída frente a Independiente en los cuartos del Torneo Apertura y el empate con Auckland City en el Mundial de Clubes fueron algunos de los golpes que sacudieron al Xeneize.
A todo eso se sumó la racha más larga sin victorias en la historia del club y, sobre todo, la dolorosa muerte de Miguel Ángel Russo, una herida que todavía atraviesa al mundo azul y oro.
Con el cierre oficial de la temporada, también quedó definido que nueve futbolistas no continuarán en 2026, ya sea por la finalización de sus contratos, por no ser tenidos en cuenta o por estar relegados en la consideración del cuerpo técnico. Entre ellos, el nombre más resonante es el de Frank Fabra, quien este martes se despidió definitivamente del club tras casi una década.
El final de la era Fabra
Fabra, de 34 años, cerró su ciclo en Boca después de diez temporadas, 244 partidos y nueve títulos. El lateral colombiano se entrenó por última vez en Ezeiza y se fue entre lágrimas, saludando uno por uno a compañeros y empleados del predio. Más tarde publicó una historia en Instagram que dejó en claro la emoción de su despedida.
Llegado a principios de 2016 tras sus pasos por Envigado, Independiente Medellín y Deportivo Cali, Fabra se ganó rápido un lugar por su potencia ofensiva. Su gol a Nacional en los cuartos de final de la Libertadores de ese mismo año fue uno de los primeros gritos que lo acercaron al hincha. Fue una pieza clave en los títulos del Campeonato 2016/17 y 2017/18 con Guillermo Barros Schelotto, hasta que una rotura de ligamentos en 2018 lo dejó varios meses afuera.
Las lesiones y la competencia interna lo hicieron alternar titularidad durante los ciclos de Gustavo Alfaro y posteriores entrenadores, pero en 2020, con la vuelta de Miguel Ángel Russo, tuvo un renacimiento que lo devolvió al centro de la escena. Sin embargo, ese envión comenzó a desmoronarse tras dos episodios que marcaron su relación con los hinchas.
El primero ocurrió en la semifinal de la Libertadores 2020 ante Santos, cuando Fabra fue expulsado por un violento pisotón a Marinho con el equipo ya golpeado. El segundo, y más determinante, llegó en la final de la Libertadores 2023 en el Maracaná: con Boca con un jugador de más y buscando el empate, el colombiano le dio un cachetazo a Nino y volvió a ver la roja. Desde entonces, la relación con la Bombonera nunca volvió a ser la misma. Cada vez que aparecía en el estadio, los silbidos apagaban cualquier intento de reconciliación.
En los últimos dos años casi no tuvo participación y en 2025 apenas jugó cuatro partidos. La dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme decidió no renovarle el contrato, pese a los elogios que él mismo le dedicó en varias oportunidades.
Así, casi diez años después de su llegada, Frank Fabra dejó Boca. Su carrera en el club combinó altos de gran nivel técnico con bajos que dejaron una marca difícil de borrar. Un futbolista que tuvo todo para quedar en las páginas doradas de la historia xeneize, pero que terminará siendo recordado tanto por sus virtudes como por los dos episodios que cambiaron el rumbo de su relación con el hincha.
