“Todos juntos, sin egos ni apellidos”. Así resumió Juan Manuel Cavagliatto la nueva etapa que se viene en Instituto. El actual presidente de la Gloria fue confirmado como único candidato en las elecciones previstas para el próximo 24 de agosto, y seguirá al frente de la institución hasta 2029.
No habrá internas ni sorpresas en Alta Córdoba: se presentó una sola lista, que reúne a dirigentes históricos, expresidentes y excandidatos. “Desde 2021 llamamos a todos a trabajar por Instituto. Hoy estamos todos juntos y no pensamos en política”, explicó Cavagliatto en diálogo con Cadena 3.
El mandatario remarcó que el mayor mérito de su gestión fue “dejar los egos en la puerta” y formar un equipo unido detrás del proyecto institucional. “Muchos me mandaban al Sandrín cuando decía cómo se tenían que hacer las cosas, pero eso ya es anécdota”, lanzó.
De cara a los próximos cuatro años, el objetivo será consolidar el trabajo iniciado: seguir profesionalizando las áreas del club y lograr que el fútbol de Instituto se afiance en Primera División. “No sé cuántos años tenemos que ir para atrás para ver a Instituto cuatro años seguidos en la A”, señaló.
En cuanto al mercado de pases, Cavagliatto explicó que el club hizo un gran esfuerzo para reforzarse, más allá de lo complejo que es contratar un 9 de jerarquía. “Trajimos al uruguayo Fonseca y no tengo dudas de que el equipo va a andar bien. A Javier Correa lo llamamos, pero su contrato es muy alto”, aclaró. Y no se olvidó de Silvio Romero: “Le hicimos el contrato más alto de la historia de Instituto. Hay que decirle gracias por volver”.
Sobre las críticas, fue claro: “Nos guiamos por lo que nos dice el socio, no por las redes donde muchos opinan sin nombre. Yo soy el primero que se pone mal cuando Instituto no gana”.
El presidente también habló del predio y del partido con Rosario Central, que todavía no tiene sede definida. Alta Córdoba o el Kempes están en análisis. Además, confirmó que intentarán comprarle el pase a Alex Luna.
A nivel económico, destacó que el saldo del amistoso con River fue positivo y que, desde su llegada a la presidencia, la comisión directiva no ha cobrado el “día del club”. “Pusimos una popular a disposición para que se entre con la cuota al día”, dijo.
Por último, se mostró comprometido, pero con los pies sobre la tierra: “Cuando sienta que Instituto me queda grande, seré el primero en decir hasta acá llegué”.
Y ahí está el Tatu, otra vez. Con los botines embarrados de gestión, con algunas críticas en las redes y los ojos puestos en la tabla. Pero firme. Porque si la Gloria es de todos, alguien tiene que agarrar la pelota. Aunque queme.
Y Cavagliatto, guste o no, la sigue pidiendo.