Julio Buffarini fue protagonista del histórico Líbero vs. de TyC Sports y allí relató sin filtros su experiencia en Rampla Juniors durante 2025, un ciclo marcado por el caos institucional y deportivo que culminó con el descenso del club a la Tercera División del fútbol uruguayo, el primero en su historia.
El equipo estaba gerenciado por el empresario estadounidense Foster Gillett, quien había generado grandes expectativas a comienzos de año, pero cuyo proyecto se derrumbó rápidamente.
“Había un proyecto a inicios del año. La verdad que muy lindo, un club histórico como Rampla, que es el tercer equipo más grande de Uruguay. Lamentablemente arrancamos tarde la temporada, Leandro Somoza se va, empieza a haber jugadores que se terminan yendo”, comenzó Buffarini, antes de entrar en detalle sobre el desorden que vivió el plantel.
El lateral describió un panorama desolador: “Pasaron un montón de cosas, mucho tiempo sin cobrar. Nosotros entrenábamos solos, por nuestra cuenta: llevaba el agua, llevaba las frutas, comprábamos el hielo para recuperarnos. A mí me dolió mucho porque había muchos chicos que no tenían ni para poder pagar el colectivo para ir a entrenar. Compañeros argentinos ya tenían la carta de desalojo de sus departamentos porque no lo había pagado el club”, denunció.
El rol de Foster Gillett, un inversor ausente
Buffarini también apuntó directamente contra el empresario estadounidense, quien a principios de año había sonado para desembarcar en Estudiantes de La Plata.“Personalmente no lo vi nunca. El club dependía —y sigue dependiendo— de él, y tenía un problema para poder liquidar dinero, por lo que nos decían a nosotros. Sin embargo, teníamos que jugar los fines de semana y poner la cara con todas las dificultades que teníamos en el día a día”, explicó.
Un proyecto que terminó en tragedia deportiva
Rampla Juniors vive su peor momento. Bajo la gestión de Gillett, el club transformó su estructura en una Sociedad Anónima Deportiva (SAD) con la promesa de modernización e inversión, pero nada de eso se concretó.
El empresario, exinversor del Liverpool inglés, evitó un descenso administrativo aportando 90 mil dólares para saldar deudas, pero luego desapareció y fue intimado por la dirigencia a cumplir los compromisos firmados.
En lo deportivo, el desastre fue absoluto:
- Debut con una goleada en contra por 8-0.
- Cambio de entrenador: de Leandro Somoza a Mario Saralegui.
- Campaña final de 7 victorias, 7 empates y 17 derrotas.
La estocada final llegó con la caída por 1-0 ante Atenas de San Carlos, que decretó el descenso y dejó al histórico club del Cerro fuera del fútbol profesional.
El testimonio de Buffarini expone con crudeza lo que se vivió puertas adentro de un proyecto que prometía devolverle protagonismo a Rampla Juniors, pero que terminó hundiéndolo aún más.
