Hace un año, Bruno Zapelli jugaba en la Primera Nacional. Hace un año, algunos simpatizantes de la “B” le pedían que fuese la manija del Belgrano que estaba a un paso de lograr el ascenso. Hace un año, este juvenil mostró en una cancha que era capaz de ganarse su oportunidad de mostrar por qué se lo había tildado de distinto.
Casi como un rayo, el oriundo de Villa Carlos Paz que alguna vez se probó en el Villarreal de España, que pensó en jugar en Boca, pero que se formó en la escuela de Belgrano que hay en el predio Armando Pérez, estará en algunos días entrenándose a la par de los campeones del mundo.
Podrá tirar paredes con Messi, De Paul, Enzo Fernández, Julián Álvarez y hasta soñar con pisar el campo con la casaca que tiene tres estrellas bordadas en el pecho.
Zapelli, aquel juvenil que en diciembre de 2020 debutó en la primera del Pirata, está hoy en la órbita de Lionel Scaloni y del departamento de selecciones nacionales de AFA. Ese jugador que Ricardo Caruso Lombardi hizo saltar al terreno para que dispute sus primeros minutos es una realidad de futbolista que forma parte de la nueva generación.
Es de Córdoba, es un producto propio de las formativas del Celeste y es un jugador que tiene un techo altísimo. Hoy luce los colores de Paranaense brasileño en su camiseta, pero siempre será el chico que hizo un gol en el maltrecho campo de Deportivo Maipú en Mendoza y que cuando dejó la “B” hace apenas semanas lo hizo bajo el aplauso de la multitud y con innumerables muestras de cariño.
Este presente muestra al ahora exjugador de la “B” junto a los mejores futbolistas del país que comenzarán en unos días a recorrer el camino rumbo a la Copa América del año próximo y del Mundial 2026.
Zapelli se ganó en un campo de juego su oportunidad de estar en donde está. Seguro que deberá formarse aún más y que tendrá que estar con los “de su edad” por un tiempo, pero mientras tanto se entrenará con los mejores del mundo. Con los campeones del mundo que dirige Scaloni.
