Paradójicamente, en un país en el que la inflación es cosa del pasado, ya que fue prohibida oportunamente por un decreto presidencial y sólo persiste una perturbadora sensación de suba de precios en alimentos, bebidas, gas y electricidad (un raro fenómeno de alucinación colectiva hace ver que las cosas aumentan), la AFA decidió el aumento de un 15 por ciento en el valor de las entradas generales para las distintas categorías del fútbol argento, como en los mejores tiempos de la hiperinflación nacional.
De esta forma, la entrada general de la Liga Profesional se ubicará en 23 mil pesos, salvo el Día del Hincha, jornada en la que podría alcanzar picos de cotización que serían determinados por los tesoreros de los clubes. “Si bien es una cuestión entre privados, lo ideal sería que el precio de la general se mueva en una banda de entre 23 y 30 mil pesos, de modo tal que el Día del Hincha las cosas no se salgan de control”, especuló el Director Ejecutivo del FMI para el Culo del Mundo, Harry Trade. “Hay que evitar que el Día del Hincha se convierta en factor inflacionario por lo que, además, habría que eliminarlo del Índice de Precios al Consumidor para evitar riesgos innecesarios”, señaló el encargado regional del organismo de crédito.
Mientras tanto, la entrada para jubilados y pensionados, con la nueva escala afista, queda en 11.500 pesos, lo que da lugar a otra situación contradictoria ya que, al costar la mitad que la general, beneficia a un sector privilegiado cuyos haberes vuelan en dólares y que debieron ser reducidos en un 50 por ciento para evitar que los jubilados argentinos sobrecarguen los cruceros de lujo que surcan los mares del mundo poniendo en peligro la flotación de las naves. “Gracias a esa reducción en las jubilaciones, hemos evitado dos o tres Titanic”, se sinceró un funcionario del PAMI.
De todos modos, y para los hinchas que consideren cara una entrada para la Liga Profesional, la AFA determinó, como es de costumbre, precios menores para categorías como la Primera Nacional, Primera B, Primera C, Fútbol Femenino, Futsal y Torneos de Metegol que aparecen como una interesante alternativa. “La AFA deja abierta la opción de que puedan hacerse hinchas de un equipo de ascenso y así ahorrarse unos buenos pesos, sin dejar de ver fútbol oficial”, señala un dirigente afista mientras remarca con un sello entradas del torneo pasado con los nuevos precios.
“Si no paran con los aumentos de entradas, va a haber hinchas que van a pedir la pérdida de categoría para pagar entradas más baratas. No queremos llegar a esa situación, pero la necesidad tiene cara de hereje”, se quejó Carlos Del Bombo, referente de los simpatizantes argentinos.
Fútbol papal
Los clubes argentinos quedaron muy enganchados con la estrecha relación del Papa Francisco con San Lorenzo, con el fútbol argentino y con el fútbol en general, vinculación que lo convirtió en el primer vicario de Cristo futbolero en la milenaria historia de la Iglesia. Esa conexión con el deporte argentino por excelencia explicaría las salutaciones que recibió León XIV en el inicio de su pontificado de parte de varios clubes argentinos visiblemente interesados por las cuestiones vaticanas desde Francisco a esta parte.
La movida de hinchas y dirigentes incluye una suerte de búsqueda de conexiones del nuevo Papa con el fútbol, como el caso de Nueva Chicago, ya que el Papa norteamericano es nacido en Chicago, Estados Unidos, y en consecuencia se considera que habría una conexión empática del sucesor de Pedro y el verdinegro a partir de esa coincidencia toponímica. El paso siguiente es mandarle el carné de socio y una camiseta firmada por todos los jugadores (si alguno se niega será persuadido por integrantes de la barra con pasado de monaguillos) y el momento decisivo es lograr que se la coloque en alguna recorrida por la Plaza de San Pedro, acontecimiento que lo convertiría en hincha de Chicago de plenos derechos.
A nivel regional en tanto las especulaciones se centraron en su pasado como obispo de Chiclayo en Perú para encontrar alguna simpatía real del ahora obispo de Roma con un equipo de la liga peruana. Las miradas apuntaron al club más conocido de Chiclayo, Juan Aurich, pero otra versión señala que el equipo que León XIV lleva en su corazón es Alianza Lima lo cual encendió las alertas en las oficinas de la Conmebol porque el club limeño se encuentra disputando la Copa Libertadores en el Grupo D y aún tiene posibilidades de clasificar.
“En caso de que se confirme de que el nuevo Papa es aliancista las posibilidades de que el club logre superar la fase de grupos podrían llegar a crecer por tanto por el impacto espiritual en el equipo y como por alguna cuestión de cortesía hacia un hincha tan reconocido” reveló una fuente de Conmebol. El Vaticano y el fútbol procuran mantener una relación que comenzó en Boedo.